Arzobispo de Singapur: de la escuela a la salud, los católicos artífices del futuro de la nación.
En su carta pastoral, mons. Goh recuerda al Papa Francisco, según el cual la política es fuente de “caridad” si se la hace como servicio al bien común”. Él recuerda la contribución de la minoría cristiana en los varios ámbitos, en un período de paso por la ciudad-Estado que hace poco perdió a su fundador. Testimoniar la fe y los valores evangélicos en la vida cotidiana.

Singapur (AsiaNews)- Como subrayó el Papa Francisco en una homilía en S. Marta, la “política”, según la Doctrina social de la Iglesia, es “una de las formas más altas de caridad”, porque está al “servicio del bien común”. Por esto debemos considerar al mundo y a la sociedad “como arenas en la cual los católicos expresan su fe en acción, para anunciar según el Evangelio los valores del cual nos hacemos promotores”. Es cuánto afirma en su mensaje a los fieles el arzobispo de Singapur, mons. William Goh Seng Chye, el cual recuerda que “es nuestro preciso deber cristiano contribuir en primera persona en la construcción de la nación”.

En la carta pastoral publicada en el sito de la arquidiócesis, el prelado recuerda que “la Iglesia fue instrumento y artífice del desarrollo de Singapur”. Él recuerda los varios sectores en los cuales los católicos están presentes activamente, desde la educación a la salud, fundando centros e institutos que han contribuido a hacer surgir la nación de las periferias del mundo y transformarla en motor de conducción. “Aún más importante-agrega mons. Goh [la Iglesia] ayudó a forjar la moral y los valores de nuestra sociedad”.

Recientemente Singapur estuvo sacudida por la desaparición de Lee Kuan Yew, muerto el pasado 23 de marzo a los 91 años. Entre cuantos le han rendido homenaje a su figura estaban los monjes budistas, monjas católicas, minusválidos, inmigrantes y jóvenes que han aprendido en los libros o en sus familias la historia del “padre-patrón” del Tigre asiático. Ahora la nación está guiada por su hijo, Lee Hsien Loong, el cual recogió la herencia paterna rigiendo  a un país dividido entre un rápido crecimiento económico, boom en las exportaciones y profundas divisiones sociales, unidas a los problemas ligados a la natalidad cero y a la gestión de la inmigración.

Dirigiéndose a los fieles en un momento crucial para el futuro del país, el arzobispo de Singapur advierte que “los cristianos tienen la responsabilidad moral de ser beunos ciudadanos”. Y como católicos, agrega, tenemos la tarea del “construir el Reino de Dios sobre la tierra, desarrollando esta nación que llamamos patria”. Si bien son minoría, los católicos pueden de hecho contribuir al “progreso moral” de la sociedad difundiendo “las buenas virtudes de caridad y compasión” y promoviendo valores evangélicos cuales el “respeto de la vida, de la integridad, justicia, igualdad y armonía”. Y no debemos dividir advierte, “la fe de la vida” cotidiana,

Al final, el prelado no ahorra palabras de fuego contra aquellos que se quedan inertes frente a las necesidades, criticando a los líderes e instituciones, gobiernos que nada hacen para contribuir en mejorar en primera persona la situación a favor de “la familia, de la comunidad, del país y del mundo”.

En Singapur, los católicos son más de 200 mil, casi el 5% del total de la población, entre las religiones, la más difundida es el budismo con el 43%; siguen los cristianos con el 18% del total, 15% el islam, hinduismo y taoísmo el 11 y el 5%. La iglesia local vive una fase de crecimiento y dinamismo, que ha llevado a la reciente apertura de un seminario teológico, definido una verdadera y propia “piedra miliar” para la comunidad local.