Corea del Norte: enfermos de tbc, el “gracias” a los voluntarios católicos
La delegación de la Eugene Bell Foundation regresó apenas del viaje “primaveril” al país socialista. El gobierno le concedió el permiso de construir otros 5 sanatorios para los enfermos. Una delegación de aquellos que se curaron se encuentra con el grupo: “Nos han traído la vida y dado esperanza, Gracias”. El superior de los Maryknoll a AsiaNews: “Realmente el dar la esperanza es la cosa más bella para un cristiano”.

Seúl (AsiaNews)- Los voluntarios católicos que trabajan con los enfermos de tuberculosis en Corea del Norte “nos han traído vida y esperanza y nosotros queremos agradecerles por esto”. Lo dijo el portavoz de un grupo de enfermos al grupo de la Eugene Bell Foundation-entre los cuales algunos sacerdotes católicos- que apenas concluyó el viaje “primaveril” al país socialista. Entre ellos estaba también el p. Gerard Hammond, superior regional de los Maryknoll en Corea, que a AsiaNews dice: “La cosa más bella es justamente esta: ser mensajeros de esperanza”.

La misión de primavera inició el 20 de abril pasado y se concluyó el 6 de mayo. La delegación estaba compuesta por 16 miembros, 11 destinados al equipo de acogida y 5 en el de la reconstrucción de las estructuras sanitarias que han sufrido daños durante el invierno. Los centros gestionados por la Fundación-cuenta el p. Hammond- “por el momento son 11, pero el gobierno nos ha dado la posibilidad de construir otros 5. Cada uno de éstos puede hospedar hasta 20 enfermos de tuberculosis”.

En total, en esta última visita el grupo pudo constatar la real curación de unos mil pacientes. “Nosotros ofrecemos las estructuras, los medicamentos y a veces la actualización sanitaria. El gobierno es consciente de los riesgos de una enfermedad como la tuberculosis y es hermoso ver que en este campo colaboran. Sobre todo, fue muy bello el encuentro una noche con la delegación de pacientes curados. Dar esperanza es para un cristiano una cosa maravillosa”.

El p. hammond trabaja de hace unos 20 años con Corea del Norte. Es superior regional de los misioneros Maryknoll, realizó más de 50 viajes al país: el año pasado obtuvo la ciudadanía sudcoreana, un honor rarísimo para un occidental, justamente en consideración de su compromiso humanitario y católico. También la Eugene Bell Foundation tiene una larga historia de ayudas para con el Norte. Nacida en 1995 por voluntad de Stephen Linton, comprende una delegación que 2 veces por año (recientemente ya son 3) puede visitar algunas zonas de Corea del Norte. La entrega de medicinas e instrumentos médicos para combatir a la tuberculosis es la finalidad de las visitas.

El país tiene unos 22 millones de habitantes, de la cual la mitad está al borde de la pobreza. La tuberculosis, como explica el p. Hammond: “se propaga por vía aérea y ataca a aquellos que sufren de malnutrición o de genérica debilidad orgánica. Estamos tratando de hacer lo posible para frenar el contagio y en esto nuestra contraparte (el gobierno de Pyonyang, ndr) es muy propositiva. Nosotros no escondemos nuestra identidad, los pedidos para las visas son honestas y también en la delegación de este último viaje había diversos sacerdotes”.