Líder tibetano: Un genocidio cultural en acto contra el Panchen Lama y el Tibet
Penpa Tsering, guía el Parlamento en exilio. En ocasión del 20° aniversario del secuestro del “número 2“del budismo local dice: “Beijing no lo quiere muerto, pero sí ignorante: lo recluyeron para impedirle aprender la lengua, la religión y la cultura del Tibet. De este modo, no podrá enseñar a su pueblo”. En diversas ciudades del mundo se pide por la liberación del “más joven prisionero de conciencia de la historia”.

Dharamsala (AsiaNews)- El gobierno chino “decidió privar al Panchen Lama de la educación y de la instrucción necesarias para permitirle desarrollar su deber. Las acciones del régimen de Beijing son deliberadas: lo quieren transformar en un joven ignorante, lo han encerrado hace 20 años para impedirle que aprenda la lengua, la religión y la cultura del Tibet. De este modo, no podrá enseñar a su pueblo”. Lo dice a AsiaNews, Penpa Tsering, presidente del Parlamento tibetano en exilio, en ocasión del 20° aniversario del secuestro del joven.

El Panchen Lama tiene por tarea- después de la muerte del Dalai Lama- de reconocer la nueva reencarnación. El actual XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso, reconoció como Panchen Lama al joven Gedhun Choekyi Nyima el 14 de mayo de 1995: pocos días después, el 17 de mayo, la policía raptó al niño de 6 años y a su familia, desde entonces están desaparecidos. Para recordar este acontecimiento y pedir la liberación del pequeño Nyima, definido “el más joven prisionero de conciencia de la historia”, ayer en diversas ciudades del mundo se realizaron manifestaciones en su favor.

Pero Beijing no se limitó a hacer desaparecer al legítimo “número 2” del budismo tibetano. En noviembre de 1995, China eligió a Gyaltsen Norbu como al “verdadero” Panchen Lama, aduciendo la utilización de rituales religiosos “más auténticos” de los del Dalai Lama, para realizar un estrecho control sobre la práctica religiosa en la región. En el año 2004, el régimen fue más allá y emanó un reglamento según el cual todos “los Budas vivientes”, autoridades religiosas muy importantes en el budismo tibetano, deben ser aprobados por el gobierno. De este modo esperan controlar al próximo Dali Lama.

Después de un período de “Estudio” y de aislamiento, en el 2010 Norbu ingresó también en la política nacional, participando en los trabajos de la Conferencia política consultora del pueblo chino, organismo que acompaña a la Asamblea nacional del Pueblo. Desde entonces se lo escuchó muy poco: sabe qué no tiene el respeto de sus fieles y vive encerrado en un monasterio de Beijing. En el gran Templo de los Lamas de la capital china-que hospeda los tronos del Dalai y del Panchen- su foto es más pequeña que de la de su predecesor.

Según Penpa Tsering, “la voluntad del gobierno chino es clara. Ellos no quieren que muera o que permanezca siempre en la sombra, porque lo convertirían en un peligroso mártir. Han querido una cosa peor: lo han privado en manera deliberada de la oportunidad de estudiar los textos religiosos y terminar su educación monástica”. Si bien es un sistema de reencarnaciones, el budismo tibetano prevé que las máximas figuras religiosas tengan también un altísimo grado de instrucción. Además, justamente el Panchen Lama es históricamente el “maestro”, religiosos y cultural del Dalai Lama.

Yo, concluye Tsering, “estoy convencido que su reclusión haya sido pensada para impedirle que se convierta en maestro. Estoy seguro que le han impedido en todos las maneras que pudieses aprender la lengua tibetana, de tal modo que no pueda comunicar en manera directa con el pueblo tibetano”.