Karachi (AsiaNews) - El 29 de mayo un grupo de narcotraficantes armados irrumpiÓ en la Iglesia de Jerusalén en Nazimabad (un barrio en el centro de Karachi) y amenazaron al pastor Faheem tomar el terreno de la iglesia. Los agresores pertenecen a la mafia local, que vende drogas y alcohol justo enfrente de la iglesia. El grupo le ha impuesto a la comunidad cristiana liberar el territorio alrededor de la iglesia dentro de dos días. De lo contrario, podrían abrir fuego contra los fieles o fabricar falsas acusaciones de blasfemia en contra de ellos.
La comunidad cristiana tiene miedo y teme represalias por parte de los delincuentes. La mayoría de los fieles pertenecen a familias muy pobres y trabajan en el servicio doméstico o en las casas de familias ricas. En el barrio los traficantes de drogas son conocidos por su comercio ilegal y la apropiación ilegal de tierras. Se trata de Fareed Pathan - la cabeza - y se asocia con Haider Pathan, Subhan Pathan, Pathan y Muzafar Garari Pathan, todos miembros de la comunidad islámica "pastún". Llevan a cabo sus negocios cerca de la iglesia pentecostal. Se burlan de las mujeres cristianas que vienen a orar y las insultan con términos son ofensivos y violentos.
Un miembro del comité ejecutivo de la Iglesia de Jerusalén, dijo a AsiaNews: "Fuimos a la comisaría de policía de Rizvia para denunciar a los narcotraficantes pero la policía no ha querido cooperar con nosotros. Hay un subinspector en connivencia con el grupo de la mafia y actúa contra la comunidad cristiana con el fin de obtener beneficios económicos. Nosotros no confiamos en la policía".
Kashif Aslam, coordinador de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), dice: "El tema de la apropiación de tierras no es nuevo en la comunidad cristiana, especialmente en la región de Sindh. Hay miles de casos pendientes en los tribunales de justicia de cementerios, templos e iglesias de las minorías religiosas". De hecho, la comunidad cristiana se somete a un acoso constante en Pakistán, como lo demuestra el terrible atentado contra dos iglesias de Lahore ocurridos el pasado 15 marzo y las amenazas de muerte contra un líder cristiano, culpable de la construcción de algunas iglesias.
La Comisión intervino en el asunto y el 01 de junio organizó una reunión entre el comité religioso y los acosadores. Ambas partes han decidido no hacer daño a otro. En virtud del acuerdo los mafiosos verbalmente han asegurado que no hará daño a nadie, pero la comunidad se encuentra todavía en estado de shock. William Boota, miembro del comité ejecutivo de la Iglesia de Jerusalén, informó: "A la reunión con los distribuidores también asistieron políticos. La cuestión parece resuelto, pero todavía hay miedo en la comunidad debido a que estas reuniones también se llevaron a cabo en los últimos dos años. Pero después de un tiempo los 'mafiosos comienzan a causar daño a los fieles". "Pueda el Señor llevarlos por el camino de la verdad y restaurar la paz, porque no somos capaces de hacer frente a esas ofensas. Dios sea con todos nosotros", dijo el clérigo.