Activista católica: empeora el drama de los evacuados Kachin, víctimas de las violencias de los militares
de Francis Khoo Thwe
A AsiaNews, Khon Ja Labang narra la situación a cuatro años desde el inicio del conflicto en el Estado. El ejército está en la búsqueda de “pretextos” para atacar. Los prófugos viven con menos de 40 centavos de dólar por día. Satisfecho sólo el 16% del total de requisitos en ayudas humanitarias. Hoy colecta en Yangon a favor de los evacuados.

Yangon (AsiaNews)- La situación en las zonas interesadas por los conflictos en el Estado Kachin y en Shan, en el norte de Myanmar cerca de la frontera con China, está “en continuo empeoramiento” a causa “de las continuas ofensivas” llevadas a cabo” por “los militares gubernamentales”. El Tatmadaw (este el sobrenombre de los Myanmar, ndr) “busca continuamente pretextos” para dar vida a combates, como la obra incesante de “deforestación ilegal” de zonas protegidas. Y quien paga las consecuencias es la población civil, en particular los más de 120 mil evacuados que pronto arriesgarán el sobrevivir “con menos de 20 centavos de dólar por día”. Es una situación dramática la que le cuenta a AsiaNews la activista católica, Khon Ja Labang, ya miembro del movimiento Kachin Peace Network, comprometido en la pacificación de las áreas, teatro de los conflictos étnicos. Hoy se recuerda el 4° aniversario del reinicio del conflicto en el Estado Kachin entre el ejército y las milicias rebeldes Kia (Kachin Independence Army), y la situación en el campo está al límite del colapso.  

Para la activista católica “la seguridad y la salud” de los evacuados y de cuántos viven en la zona “son el desafío más grande” que hay que enfrentar, porque los militares “están en continuo movimiento de un lugar al otro” y la mayor parte de las veces “acampan en el interior de los pueblos”. “En algunos casos-cuenta Khon Ja- el número de los soldados es superior al de los habitantes mismos”.

Hay casos frecuentes de estupro, robos, homicidios y arrestos arbitrarios realizados por los militares, que terminan en atacar y agredir a los civiles indefensos. Que ya sufren por la crónica falta de medios de subsistencia y sobrevivencia y para poder comer corren enormes riesgos como “entrar en los campos minados o en los bosques en los cuales están escondidas las minas anti-hombre para recoger plantas u hongos”. Además, agrega la activista, hay peligros mayores para cuántos deciden “volver a sus pueblos de origen, que están aún bajo el control del ejército del gobierno”

“En este momento-explica a AsiaNews, Khon Ja, promotora de una colecta de fondos que se realiza hoy en Yangon a favor de los evacuados Kachin-hay más de 120 mil evacuados prófugos, que viven con sólo 12.500 kyats por mes, el equivalente a unos 40 centavos de dólar por día”. Sin embargo, desde el mes de junio hay una ulterior reducción de los fondos y ahora son menos de 20 centavos por día a favor de los prófugos. Un problema agravado por el hecho que en estas últimas semanas se agregaron otros 20 mil nuevos evacuados.

Fuentes de la Oficina de las Naciones unidas para los asuntos humanitarios (Unocha) refieren que este año fue satisfecho “sólo el 16% del total de los requisitos en ayudas humanitarias y sólo el 17% en los relacionado con la comida. “Se construyen casi todas las tiendas- agrega la activista católica- porque ya tiene más de 14 años, y algunas de éstas fueron destruidas por los temporales. Para no hablar de la falta crónica de comida, que es fuente de problemas sanitarios difíciles de combatir porque no hay medicinas”. En concreto, la líder agregó estamos ya “en un punto crítico”, mientras la situación en el terreno permanece “en alta tensión”. Entre los mayores obstáculos al cese del fuego duradero, el comportamiento del ejército, “que parece ser desconectado” respecto al plan de paz. “La ofensiva de guerra-concluye- continua no sólo en el Estado Kachin, sino también en otras zonas del país”.  

Mientras tanto, un movimiento compuesto por decenas de organizaciones activistas y pro derechos humanos, en ocasión del cuarto aniversario de la guerra, difundió un comunicado en el cual “habla en nombre de miles de personas sin voz en el Estado Kachin” que están sufriendo. Ellos recuerdan el drama de “madres desesperadas que lloran y piden ayuda para sus hijos desnutridos”, para los miles de jóvenes “privados del derecho a la instrucción” y los pequeños que hacen su ingreso en la edad juvenil privados de identidad y de una casa propia, de los viejos que “han perdido su dignidad de vida”.

Myanmar está compuesto por más de 135 etnias, que siempre han fatigado en convivir en modo pacífico, en particular con el gobierno central y su componente de mayoría birmana. En el pasado la junta militar usó la mano dura contra los más rebeldes, entre los cuales los Kachin en el homónimo territorio en el norte, a lo largo de la frontera con China y más recientemente con los rebeldes Kokang, en el Estado Shan, donde el presidente declaró la emergencia. Iniciada en junio de 2011 después de 17 años de relativa calma, la guerra entre Tatmadaw y Kachin causó decenas de víctimas civiles y al menos  200 mil evacuados; en agosto pasado los obispos de la región han lanzado un pedido por la paz y de una solución “duradera” del conflicto.