Beijing, por el cuarto mes consecutivo baja la producción industrial
Los datos no son todavía oficiales, pero el sector está aún debajo de los 50 puntos del Pmi y por lo tanto técnicamente en contracción. Los expertos hablan de “estabilización” de la economía, pero las importaciones y las exportaciones no parecen estar en grado de retomar los ritmos de los años pasados. Los estímulos del gobierno terminaron en el sector accionario y no alcanzaron a la economía real.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- Por el cuarto mes consecutivo, la actividad industrial de China se contrajo. Sin embargo, según los números y las previsiones aún no oficiales, esta contracción llevó consigo también algunos signos de estabilización para el sector, vital para la economía del país. El valor del Pmi-escala que determina el poder de adquisición relativo a la producción industrial- se detuvo en 49,6: en aumento respecto al 49,2 del pasado mes pero todavía debajo de los 50 puntos , límite que separa la contracción de la expansión.

Sobre la misma escala, las órdenes llegan a un confortador 50,3: las exportaciones, en cambio, derrumbadas en mayo, decrecen pero a un ritmo más bajo. Pero el sector pierde puestos de trabajo a un ritmo más veloz que en los últimos 6 años, dato que ciertamente preocupa al gobierno central. Para controlar las pérdidas, las grandes industrias han aceptado una reducción de los precios de sus propios productos.

No obstante un río continuo de fondos públicos, los así llamados “estímulos” erogados por el Banco central del Pueblo, el crecimiento económico de China no logra superar el límite de los 7 puntos porcentuales. La baja de demanda interna- provocado en parte también por la reducción de la capacidad de adquisición- dio el golpe final a la producción industrial ya probada por la crisis económica internacional.

Según algunos analistas, el problema más grave está en el mecanismo económico mismo. Una considerable parte de los fondos destinados por el gobierno, de hecho fue absorbido por el mercado accionario y no alcanzó la así llamada “economía real”. De este modo se debilitó el poder de incentivación dado por el capital a tasa cero y la coyuntura colocó al país en un espiral del cual parece no logra Salir.

Para tratar de frenar lo que ya parece una tendencia incontenible, el ejecutivo confió al Concejo de estado la tarea de lanzar un plan de recuperación. Este prevé el “apuntar todo” hacia las nuevas tecnologías, definidas “la clave del renacimiento económico chino”.