La estatua del fundador de la Cheka podría volver al centro de Moscú
La cuestión podría ser objeto del primer referéndum de la capital rusa en su historia post-soviética. Los promotores de la iniciativa son los comunistas; pero según los analistas también el Cremlin tiene sus intereses.

Moscú (AsiaNews)- Moscú podría tener dentro de poco tiempo su primer referéndum del período post-soviético y uno de las preguntas podría referirse a una delicada cuestión para la opinión rusa: la vuelta a la plaza Lubyanka. Histórica sede de los servicios secretos soviéticos y rusos, de la estatua del fundador de la Cheka, la policía secreta que precedió al Kgb, Félix Dzerzhinsky (en la foto).

El 25 de junio, en efecto, la Duma de Moscú aprobó el pedido del partido comunista de realizar un referéndum, que pediría a los ciudadanos a que se expresen sobre 3 preguntas. Las primeras 2 se refieren al sistema de instrucción y la salud, pero la tercera pide si se debe traer al centro de la ciudad la estatua del Félix de hierro, así era conocido el notorio fundador de la Cheka, removida en 1991, marcando el fin de la época soviética.

Ahora, en un mes, los comunistas deben juntar al menos 146 mil firmas (el 2% de los moscovitas con derecho a voto) en apoyo de la consultación popular, que –estando a las primeras estimaciones- debería costar al menos 450 millones de rublos. Si todo procede sin obstáculos, Moscú tendrá en septiembre su primer referéndum después del derrumbe de la Urss.

“Hemos probado organizar un referéndum desde 2001, pero el comité electoral de Moscú siempre enocntró una excusa para no autorizarnos a hacerlo- denunció al Moscow Times el diputado comunista Andrei Klychkov- la última vez hicimos un recurso contra la decisión del comité y después que habíamos tenido un parecer positivo ya sea del tribunal de la ciudad de Moscú que de la Corte suprema, fueron obligados  a pronunciarse a favor”.

El monumento al Félix de hierro simboliza el poder del Kgb, creado para combatir a “los enemigos de la nación” y que ha aterrorizado las vidas de los ciudadanos soviéticos. No sorprende que los de su futura colocación sea la pregunta que más esté haciendo hablar en vista del posible referéndum. “Vladimir Putin debe usar la retórica de la izquierda ahora que ya se agotaron las ideas nacionalistas- explicó el politólogo Dimitri Oreshkin- la situación política y económica no está mejorando, así que debe haber algo que distraiga la atención”. Según Oreshkin, es difícil que el controvertido monumento vuelva a la plaza de la Lubyanka, aunque si se realizase el referéndum. No está de acuerdo otro analista, más cercano al Cremlin, Dimitri Orlov, según el cual el resultado no está del todo descartado. (N.A.).