Beijing (AsiaNews)- Una redada realizada por la seguridad pública nacional llevó, este fin de semana al arresto de más de 100 entre abogados y activistas por los derechos humanos. La operación se efectuó en 15 ciudades del país y coordinada por el ministerio competente. Entre los arrestados se encuentran algunos de los más famosos defensores de la población, protagonistas de los grandes procesos de los años pasados. La policía habla de un “golpe durísimo a una banda de criminales, que trataba de destruir la armonía social”.
En la mira sobre todo, los asociados al estudio legal Fengrui de Beijing. Esto, escribe el Cotidiano del Pueblo: “se convirtió desde el año 2012 como la ´plataforma a través de la cual los acusados han tratado de violar el orden social”. En realidad, el estudio patrocinaba en modo gratuito a varios ciudadanos chinos, víctimas de abusos y vejaciones por parte de las autoridades.
El director de Fengrui, Zhou Shifeng, su asistente Liu Sixin, los abogados Wang Quanzhang, Huang Liqun y Wang Yu (junto al marido Bao Longjun) fueron incriminados por una “serie de violaciones a la ley”. Según el derecho penal, la policía puede tenerlos detenidos por 37 días antes de convalidar el arresto delante de un juez. El China Human Rights Lawyers Concern Group-asociación con base en Hong Kong que monitorea la actividad de los abogados en China- explica que de los 106 arrestados, 82 fueron liberados.
Sophie Richardson, directora de la sección china Human Rights Watch, sostiene que la acción llevada adelante por el ministerio de Seguridad Pública “demuestra que la interpretación de “disturbio del orden público” está aumentando siempre más. Definir a estos abogados como una “banda criminal” es un paso adelante, que demuestra la voluntad del gobierno de aplastar el sentido del derecho”.