Myanmar, alarma por demasiado betel: causa cáncer de boca
La comunidad médica internacional advierte de los efectos secundarios de esta planta, que masticada como costumbre tradicional haría disminuir los efectos del hambre. El cáncer oral es causa de una quinta parte de la enfermedad en el país.

Yangon (AsiaNews / Agencias) - El betel es malo para la salud, adictivo, aumenta el riesgo de cáncer de la boca y el esófago y debilita los dientes, manchándolos de rojo. Esto es lo que la comunidad sanitaria internacional dice hace tiempo acerca del estimulante masticar más extendida en Myanmar y en el sur y sudeste de Asia. El betel (o quid) es una preparación convencional de nueces de betel (palma de la India), tabaco, limón y especias. Mezclado y envuelto en hojas de betel, estas sustancias se mastican durante horas para ayudar a la digestión,  perfumar el aliento y mejorar la atención. Y para disminuir la sensación de hambre.

El Dr. Dhirendra Narain Sinha, especialista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que "Myanmar tiene una de las tasas más altas de usuarios de tabaco de mascar en el mundo, especialmente los hombres". Su investigación ha revelado que más de la mitad de los varones birmanos utilizan betel, mientras que las mujeres llegan al 16%. La venta de betel en la calle ofrece un excelente sueldo (US$ 40 por día), contando que el promedio nacional es de US$ 100 por mes.

Los que mastican el betel sin tabaco, dice Sinha, tienen un 250% más de riesgo de contraer cáncer de la boca o esófago, mientras que los porcentuales alcanzan al 770 para aquellos que lo toman con el tabaco. El cáncer oral representa una quinta parte de las causas de la enfermedad en el país.

Than Sein, de la People’s Health Foundation (Phf) dice: "La gente no se da cuenta de cuales son los efectos secundarios de mascar betel" y no reciben las invitaciones de los médicos a parar. Por otra parte, según datos de la OMS, Myanmar es el país que dedica el menor porcentaje del PIB a la asistencia sanitaria en el mundo: 0,5. El gasto militar representa el 4,3%.

La masticación de betel es una tradición arraigada desde hace siglos, pero en Myanmar parece no estar dispuestos a abandonarla como en otros países: "Si vas en Tailandia - dice Sein - ya no se ve a la gente mascar betel, incluso en las zonas rurales. Si usted va a Malasia, la misma cosa. Entonces ¿por qué nuestro pueblo mantiene esta tradición?".

Para sensibilizar la población la PHF ha producido panfletos advirtiendo de los síntomas del betel, que se distribuirá en los quioscos que no venden. El Ministerio de Salud dijo que consideraría la propuesta.

Myo Min Htaike, taxista en Yangon, mastica betel por 12 años y sus dientes están todos teñidos de color rojo oscuro: "Estoy tan cansado cuando empiezo a conducir un taxi - dice - y masticar betel me ayuda a mantenerme despierto". El hombre es consciente de los riesgos que corren: "Tengo miedo de tener problemas de salud. Pero yo nunca podría vivir sin eso".