Dharamsala (Asia News) - La decición de asignar a Beijing las Olimpíadas invernales del 2022 "envía un mensaje equivocado a las personas equivocadas en el momento equivocado. China quiere guiar a la comunidad internacional a ignorar la situación de los derechos humanos en el país, que continúa empeorando. Y el honor de una segunda asignación funciona como un regalo de propaganda, cuando en realidad Beijing merecería una bofetada en la cara". Lo escribe la International Tibet Network, coalición global de ONGs vinculadas a la región himalaya, luego de la decisión del Comité Olímpico Internacional.
Diversos grupos y activistas de los derechos humanos en China han protestado en Lausana frente a la sede del Comité. Entre ellos está Golok Jigme, que en el 2008 fue arrestado por las protestas vinculadas a las primeras Olimpíadas en Beijing: "Espero que en el 2022 mis compatriotas no tengan que sufrir lo que yo y tantos hemos sufrido la primera vez. Estoy realmente molesto por esta decisión, pero ahora el COI debe asumir sus responsabilidades".
China ha vencido a Kazakhstan no obstante las protestas por los derechos humanos, la desastrosa situación de la ecología y la falta de nieve natural. Tenzin Tsundue, escritor y activista tibetano, escribe: "El Comité ha probado, una vez más, que las Olimpíadas son asignadas considerando solamente la economía y el comercio. El solgan "Deporte para la Paz" no es otra cosa que un inútil e ignorado juego de palabras. Solamente un serio problema económico podría convencerlos de cambiar de idea".