Unesco: del Estado Islámico la más brutal destrucción desde la Segunda Guerra Mundial
Para Irina Bokova, Directora General de la ONU, los hombres del "Califato" han hecho "la más brutal y sistemática" destrucción de bienes, encuentros y sitios arqueológicos de las últimas décadas. Esencial detener el tráfico de artefactos, una las principales fuentes de ingresos de los yihadistas. Una "prioridad" para todos.

Bagdad (AsiaNews / Agencias) - Las milicias del Estado islámico en Siria e Irak están haciendo "la más brutal y sistemática" destrucción del patrimonio histórico y cultural de la región, incluyendo los sitios arqueológicos, jamás registrado desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo afirmó Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, la agencia especializada de las Naciones Unidas que promueve la cooperación entre los Estados a través de la educación, la ciencia y la cultura.

La advertencia se produce tan sólo horas después de la última devastación realizada por los jihadistas sunitas, que destruyeron el monasterio católico de Mar Elian en Siria. Anteriormente aitios arqueológicos habían sido afectadas (Palmira, con la decapitación del arquero histórico Khaled al-Asaad), ruinas romanas y las áreas que se remontan al asirio-babilónica, en un intento de borrar las culturas, religiones y herencias milenarias.

Hasta ahora, los gobiernos y los organismos internacionales han tratado sólo de limitar el tráfico de los sitios arqueológicos y de la antigüedad caído en manos del Estado islámico. Sólo la venta de bienes manufacturados, junto con el comercio del petróleo, son una importante fuente de ingresos del "Califato".

"No hemos visto nada como esto desde la Segunda Guerra Mundial", dijo Irina Bokova, estamos en la presencia "del ataque más grave, la destrucción más brutal y sistemática de patrimonio de la humanidad". Si nos fijamos en las fotos e imágenes actuales de los sitios tomadas por satélites, añade el experto, ya no se puede reconocer a ningún sitio, sino sólo "cientos de agujeros".

Detener el tráfico de artefactos, advierte jefe de la UNESCO, debe ser una "prioridad" para todos.