Ankara: habrá un gobierno “ad interim” hasta la votación de noviembre, que incluirá (quizás) al partido kurdo
El presidente Erdogan entregó el mandato al Prémier saliente, Davutoglu. El ejecutivo se ocupará de las cuestiones del día a día hasta que se lleven a cabo las elecciones anticipadas. El primer ministro desea que haya un gobierno de cohesión nacional y para ello pide ayuda a la oposición. El líder kurdo está disponible para colaborar. Los analistas están preocupados por la inestabilidad interna.

Ankara (Asianews/Agencias)-  El presidente kurdo Recep Tayyip Erdogan entregó el mandato al Prémier saliente, Ahmet Davutoglu, para la formación de un gobierno “ad interim”, que deberá ocuparse de los asuntos del día a día hasta que se lleven a cabo las elecciones anticipadas previstas para el próximo 1° de noviembre. Él tiene cinco días para formar un nuevo equipo, que pueda gobernar Turquía hasta la formación del próximo Parlamento. Dicho equipo podría incluir a miembros del partido filo-kurdo.

Davutoglu no logró formar una nueva coalición fundada sobre el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP), que en junio pasado perdió - por primera vez desde el año 2002- la mayoría absoluta en el Parlamento. Como lo indica la Constitución, el Premier pidió a los movimientos de la oposición que adhieran al ejecutivo de transición.

Sin embargo, el Partido Popular Republicano (CHP) y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) ya han rechazado la propuesta de unirse a un gobierno dominado por el AKP. El partido kurdo dijo estar en principio disponible, no obstante su líder dice que no se maravillaría frente a la posibilidad que el Prémier los quiera excluir de la coalición.

Por otro lado, la hipótesis de una presencia de miembros del partido filo-kurdo resulta difícil en este momento, con el ejército turco comprometido desde hace más de un mes en una ofensiva militar contra los combatientes kurdos del PKK. El Prémier Davutoglu pidió evitar “iniciativas que puedan crear una sensación de crisis política en el país”, en un período caracterizado por desafíos y dificultades.

Analistas y expertos en política internacional, afirman que Turquía está entrando en un período de “incertidumbre”, tanto a nivel político como económico. Es fuerte el riesgo de una “parálisis” interna y de “inestabilidad”, en un país que conforma un puente entre Europa y Medio Oriente, acusado en el pasado reciente de favorecer- o por lo menos no obstaculizar- el ascenso del Estado Islámico.

Mientras el líder kurdo Selehattin Demirtas confirma su disponibilidad para formar parte del ejecutivo de transición, la propaganda gubernamental continúa asociando al partido kurdo HDP con las milicias separatistas del PKK. Según algunos sondeos, el voto de noviembre podría estar caracterizado por una profunda incertidumbre y existen grandes posibilidades de que no surja una mayoría fuerte de las urnas. Un escenario que contribuiría a reforzar la inestabilidad interna, con grietas cada vez más profundas en el país.