Manila, los obispos: Los filipinos, pueblo de migrantes, reciban a los refugiados
El Card. Tagle y mons Santos han pedido a los trabajadores filipinos que se encuentran en Europa seguir la invitación del Papa Francisco y ayudar a los refugiados sirios con todos los medios, también con donaciones de dinero. Tagle: “No se puede permanecer sordos y ciegos delante de esta emergencia”. “Un tiempo nosotros fuimos acogidos por países extranjeros- dijo Santos- y es hora de recambiar el favor”. La Conferencia episcopal solicitó a las diócesis filipinas comenzar con las ayudas a los prófugos.

Manila (AsiaNews/Agencias)- La Iglesia filipina se dirige a sus propios connacionales que viven en Europa para que escuchen el pedido del Papa Francisco y socorran a los refugiados del conflicto en Siria. El cardenal Lui Tagle, arzobispo de manila y presidente de Caritas Internationalis, se dirigió a los fieles filipinos diciendo que es tiempo de acoger a aquellos que “escapan de la muerte” a causa de la guerra y el hambre: “Después de haber visto las imágenes horribles de la emergencia en curso de los migrantes en Europa… es deplorable que muchos continúen siendo sordos, ciegos y mudos”.

El cardenal hizo referencia a las imágenes que muestran a Aylan, el niño sirio encontrado sin vida en las costas de Turquía: “Cuando las fotos del niño fueron publicadas, esto suscitó muchos sentimientos en todo el mundo… es triste pero debemos agradecer a esa foto que ha conmovido a tantas personas”.

Mons. Ruperto santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión episcopal para la atención a los migrantes, hizo un  pedido a los trabajadores filipinos en Europa (solo en Italia hay 140 mil, ndr) para que demuestren su caridad hacia los migrantes y los ayuden con donaciones de dinero. El obispo sugirió también a las diócesis de Filipinas de hacer lo mismo.

“Esta es la ocasión para nosotros de mostrar que los filipinos son personas que se interesan y que son solidarios con aquellos están en la necesidad- dijo mons. Santos-. Ayudemos en lo que podemos dentro de nuestra pequeñez”.

Antes de ser presidente de la Comisión para la atención de los migrantes en Filipinas, mons. Santos fue por años rector del Pontificio Colegio Filipino en Roma, y fue jefe de la Conferencia italiana para los migrantes filipinos. Él recordó como los trabajadores de su país fueron acogidos en el extranjero: “Así que ahora tenemos que recambiar el favor. Abramos nuestros corazones y nuestras manos para recibir a los migrantes y recemos por ellos. Ofrezcamos todo lo que podamos”.