Xinjiang, ataque a una empresa minera de carbón: al menos 40 víctimas
​Los perpetradores serían presuntos separatistas de etnia uighur. La provincia es una de las más turbulentas de todo el país, y es objeto de una dura campaña de control y represión por parte del gobierno central. El ataque fue llevado a cabo a golpes de cuchillo y de machete y la policía aún no ha confirmado el número de muertos. Quien está involucrada es la minera Sogan de Aksu.

Urumqi (AsiaNews) – Un grupo de asaltantes, aún no identificados, llevó a cabo un ataque contra la empresa minera Sogan en el área de Aksu, provincia noroccidental de Xinjiang. De acuerdo a las autoridades, los autores serían independentistas de etnia uighur -musulmanes y turcófonos-, que actuaron con el objetivo de desestabilizar la provincia. Desde hace tiempo que Xinjiang es objeto de una dura campaña de control y represión por parte del gobierno central, que desde hace decenios envía a la zona a chinos de etnia han (etnia mayoritaria en el país) para poner en desventaja a los grupo étnicos locales, convirtiéndolos en una minoría. 

De acuerdo a la primera reconstrucción del asalto, que fue cubierta por Radio Free Asia, las víctimas serían aproximadamente 40: entre ellos hay al menos cinco policías, varios guardias de seguridad de la empresa minera (todos de etnia han), y algunos miembros de la dirección de la empresa (todos han). El ataque se habría iniciado a las 3 de la mañana del día 18 de septiembre. Jamal Eysa, jefe de la policía en una empresa minera cercana a la zona de los enfrentamientos, dice:  “Todo fue iniciado en el ingreso de seguridad, que habitualmente está patrullado por alrededor de 20 guardias”.

Según el funcionario “la residencia del propietario fue el segundo objetivo, mientras la comisaría de la policía fue atacada en último lugar. Recibí una llamada del síndico de Bay, que se encuentra a 20 km de distancia, pidiendo protección en vistas de otro potencial asalto”.

Una noticia oficial difundida en el transcurso de la jornada sostiene que el ataque fue “obra de separatistas contra la policía y los propietarios de las empresas mineras de carbón. Fue bien organizado, bien preparado y se hizo a gran escala”. Algunos policías sostienen que pudieron reconocer a algunos de los asaltantes, y que se trata de personas “provenientes de las fábricas de la zona”, al mismo tiempo que confirman que el grupo logró “hacerse de la dinamita que estaba bajo la custodia la empresa minera”. No está claro, sin embargo, si ésta se usó o no, y tampoco se ha confirmado el número oficial de víctimas. 

El gobierno central chino aclaró en varias ocasiones que quería derrotar “a cualquier precio” a los “tres males” que afligen a la provincia: el terrorismo, el separatismo y el extremismo religioso. No obstante, expertos internacionales consideran que Beijing exageró adrede en relación a la amenaza separatista, y que el crecimiento de la violencia es una respuesta a las políticas nacionales “demasiado duras e injustas”.