Lucknow (AsiaNews)- Un hombre hindú de 50 años, Mohammad Akhlaq, habitante de la aldea de Bisara (en el estado hindú de Uttar Pradesh), fue agredido por haber criado y carneado en su casa carne de vaca. El hijo de 22 años, Danish, lucha en el hospital entre la vida y la muerte. La furia de los agresores, unas 100 personas armadas de garrotes y palos, fue desencadenada por un anuncio realizado en un templo hindú local, en el cual se declaraba que en la casa del hombre se consumía carne de vaca. A AsiaNews, Mons. Mascarehnas, obispo auxiliar de Ranchi, comenta: “Lo que sucedió parece sugerir que los animales se convirtieron en más importantes que la vida humana”. Pero la mayoría de los fieles hindúes es tolerante, por esto lanza “un pedido a la mayoría para que condene el extremismo de las franjas nacionalistas”.
El hecho sucedió hacia las 10 de la noche (hora local) del 28 de septiembre, cuando el hombre fue agredido por la multitud enfurecida. Los malvivientes han tratado de molestar también a la hija de 18 años, Sajida y han golpeado en la cara a la abuela de 70 años. Llegada al lugar, la policía retiró muestras de carne que había en la nevera de la habitación y las envió al departamento de medicina legal para ulteriores exámenes. Pero Sajida declaró a los medios que la carne que encontraron era de muflón y no de vaca, como se dijo en el templo.
En el hinduismo, la vaca es venerada como manifestación de lo divino. Por esto matarla o comerla se lo considera pecado y los bramines (sacerdotes, la casta más alta-ndr) se abstienen de hacerlo. Sólo los dalit (los que no tienen casta)- considerados impuros y por esto son llamados “intocables”- la consuman y la tocan, trabajando la piel. En los meses pasados el Estado de Maharashtra prohibió la carne de vaca y en los últimos días un líder nacionalista hindú del Estado de Jhakhand amenazó con nuevos ataques contra las minorías, sobre todo cristianas si el gobierno local no actuará la prohibición total del ganado. Ambos Estados son guiados por los nacionalistas hindúes del Bjp (Bharatiya Janata Party, en el poder en toda la Unión con Modi).
KiranS, superintendente de policía local del distrito de Gautam Buddh Nagar, refiere: “Las investigaciones preliminares han comprobado que en el templo local de Bisara un grupo de personas han tomado el micrófono y anunciaron que en la casa de Akhlaq se consumía carne de vaca”. La presunta acusación desencadenó la rabia de los presentes, seis de los cuales fueron arrestados. Entre éstos también el sacerdote y su ayudante, liberados poco después del interrogatorio. No apenas se difundió la noticia del arresto explotó la protesta de unos quinientos residentes, que han obligado a la policía a abrir el fuego. A un joven de 20 años que trabaja en un establecimiento térmico de la zona, un proyectil le dio en el estómago.
N P Singh, magistrado del distrito, refiere que ahora la situación volvió a la normalidad y en el lugar fueron desplazados 800 agentes. Mons Mascarehnas declara: “Cuénto está sucediendo en nuestro amado país es realmente preocupante. Fuerzas disgregadoras parecen tomar el dominio. El gobierno de India descendió al nivel más bajo. El mundo entero se mofa de nosotros. Hay grandes problemas que el país debe enfrentar. Dejen que el gobierno y las así llamadas organizaciones patrióticas trabajen para reconstruir el país, no para dividirlo y destruirlo. Este era y es un país tolerante y libre. Estamos orgullosos de ser hindúes porque la mayoría de los hermanos hindúes son tolerantes. No dejemos que estas franjas minoritarias obscurezcan a la mayoría de los hindúes que son hospitalarios. Yo hago un pedido a la mayoría de los hermanos hindúes para que condenen a estos fundamentalistas”. Y concluye: “El homicidio de un ser humano y la violencia cruel contra su hijo, sólo porque alguno “sospechaba” que habrían comido carne de vaca, despierta muchas cuestiones: ¿el gobierno es incapaz de hacer respetar las leyes o permitir ataques tales en base de un programa bien definido? La vida humana ¿es menos preciosa que la de los animales? Accidentes como este obscurecen el buen nombre de nuestro país y de nuestra amada mayoría tolerante”
(Colaboró Nirmala Carvalho).