Beijing (AsiaNews)- La actividad industrial en China se derrumba a niveles más bajos en seis años a esta parte, mientras que el sector de los servicios parece estar estancado. Los indicadores ayer confirmaron los temores: la disminución de la economía china parece ya no sólo incontenible, sino hasta más veloz de lo previsto.
Por el segundo mes consecutivo, en septiembre el sector manufacturero está en contracción: el valor del PMI se detiene en el 49,8% contra los 49,7% de agosto de este año. Los valores bajo el 50 indican la restricción del sector.
Si bien las cifras sean levemente mejores respecto a las expectativas del mercado, la última lectura sugiere que las condiciones generales de la economía china se están irremediablemente del todo deteriorado. Se refuerza en los mercados también la convicción que Beijing deberá antes o después recurrir a medidas de estímulo, para evitar una disminución más marcada.
Los analistas se esperaban que el valor tocase el 49,6 (el nivel más débil de agosto de 2012), en respuesta a la baja de la demanda en patria y en el extranjero. Este baja dejó a muchas empresas detenidas y disminuyó la adquisición y la compra venta de materias primas (minerales de hierro y de cobre) necesarios para la producción del sector petrolquímico.
Muchos economistas prevén una disminución económica gradual y dan crédito al tentativo del gobierno central de reemplazar el viejo modelo- basado en la industria pesada y en las exportaciones- con uno nuevo y más ágil sistema basado en los servicios y en los aumentos del consumo interno.
Sin embargo, como admitió en más ocasiones hasta el Premier Li Keqiang, esta transición no será indolora. Y vistos los enormes problemas sociales del país- causados por la desocupación, contaminación, corrupción y escándalos alimenticios- una flexión en el sector de la ocupación podría causar un terremoto político en grado de hacer caer al Partido.