Papa: Padres y educadores, instrumentos “de ese amor con el cual Jesús abraza a los más pequeños”
En al Ángelus, el papa Francisco pide oraciones por el Sínodo sobre la familia y pide que reciban a los niños “hambrientos, abandonados, explotados, obligados a la guerra, rechazados”. No una “sociedad-fortaleza”, sino una “sociedad familia, capaces de acoger, con reglas adecuadas, pero acoger, acoger siempre, con amor”. Recen por el Sínodo. La beatificación del monje cisterciense, Pío Heredia y 17 compañeros y compañeras, mártires en la guerra civil española. El recuerdo de las víctimas del desmoronamiento en Guatemala y del aluvión en el sur de Francia.

Ciudad del vaticano (AsiaNews)- “Hoy pidamos al Señor que todos los padres y los educadores del mundo, como también de la sociedad entera, se hagan instrumentos de aquella acogida y de aquel amor con el cual Jesús abraza a los más pequeños. Él mira en los corazones de ellos con la ternura y la prontitud de un padre y al mismo tiempo de una madre”.

Es la invocación y la invitación que el Papa Francisco expresó antes de la oración del Ángelus junto a los peregrinos reunidos en la plaza de S. Pedro, inmediatamente después de la misa que inauguró el Sínodo sobre la familia.

“Los pequeños de los cuales el Papa habla son ante todo lo niños y los refugiados. “Pienso en tantos niños, abandonados, explotados, obligados a la guerra, rechazados. Es doloroso ver las imágenes de estos niños infelices, con la mirada perdida, que escapan de la pobreza y de los conflictos, golpean a nuestras puertas y a nuestros corazones implorando ayuda. El Señor nos ayude a no ser una sociedad-fortaleza, sino una sociedad-familia, capaces de acoger, con reglas adecuadas, pero acoger, acoger siempre, pero con amor”.

También en la misa apenas terminada el pontífice había hablado de la misión de la Iglesia “en la caridad”, con las puertas abiertas para recibir a cualquiera que golpee pidiendo ayuda y apoyo; de salir del propio recinto hacia los otros con amor verdadero, para caminar junto a la humanidad herida, para incluirla y conducirla a la fuente de la salvación”.

El Papa pidió a todos los presentes “apoyar con la oración los trabajos del Sínodo, para que el Espíritu Santo haga de los Padres sinodales instrumentos plenamente dóciles a sus inspiraciones”.

“Los Padres sinodales- explicó- provenientes de todas partes del mundo y reunidos en torno al sucesor de Pedro, reflexionarán a lo largo de tres semanas sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en la sociedad, para un atento discernimiento espiritual y pastoral. Tengamos la mirada fija en Jesús para individuar, sobre la base de su enseñanza de verdad y de misericordia, los caminos más oportunas para un compromiso  adecuado de la Iglesia con las familias y para las familias, para que el plan originario del Creador sobre el hombre y la mujer pueda actuarse y obrar en toda su belleza y su fuerza en el mundo de hoy”.

Después de la plegaria mariana, Francisco recordó que ayer, en Santander (España), fueron proclamados beatos Pío Heredia y diecisiete compañeros y compañeras de la Orden cisterciense de estrecha observancia y de San Bernardo, asesinados a causa de la fe, durante la Guerra Civil Española y la persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado. “Alabemos al Señor- agregó- por éstos, su valientes testigos, y por su intercesión, suplicándole que libere el mundo del flagelo de la guerra”.

El papa después expresó la “solidaridad concreta” a las víctimas de los desmoronamientos en Cambray,Guatemala (69 muertos y 350 desaparecidos), y por los aluviones en Cannes y Niza, en el sur de Francia (con al menos 12 muertos).