Patriarcado de Moscú: ortodoxos y católicos: “unan sus esfuerzos por la familia tradicional”
de Nina Achmatova
El metropolita Hilarión intervino en el Sínodo sobre la familia en curso en el Vaticano, invitando también a un mayor diálogo de la Iglesia con el poder ejecutivo y legislativo. No obstante las políticas centrales centralizadas en la promoción de los “valores tradicionales”, también en Rusia, la familia está amenazada.

Moscú (AsiaNews)-  En los días del Sínodo sobre la Familia, el metropolita Hilarión de Volokolamsk, presidente del Departamento para las relaciones eclesiásticas externas del patriarcado de Moscú, invitó a la Iglesia católica a unir los esfuerzos con la ortodoxa para resolver los desafíos que hoy enfrenta el matrimonio tradicional. “La Iglesia ortodoxa, como la católica, siempre ha seguido en su enseñanza a las Sagradas Escrituras y la Tradición sagrada en el afirmar el principio de la santidad del matrimonio fundado en las palabras del Salvador”, lo recordó Hilarión, el 21 de octubre interviniendo en la sesión de la asamblea general del Sínodo en el Vaticano, como lo reporta Interfax.

Ambas iglesia, según él, no deben sólo “confinar a sí mismas en los pedidos de buenas intenciones pero deben en todos los modos posibles asegurar que la familia sea protegida desde un punto de vista legal”, participando en el diálogo entre órganos legislativos y ejecutivos de los varios países, como también en los fórum de las organizaciones internacionales como la Onu y el Consejo de Europa.

“Las autoridades de algunos países europeos y de América, no obstante las numerosas protestas por parte de los católicos, continúan promoviendo políticas que llevan a la destrucción del concepto mismo de familia- denunció el “ministro de Exteriores” del patriarcado ruso- y no sólo equiparan a nivel legislativo, el status de las uniones homosexuales al del matrimonio, sino que persiguen legalmente a aquellos que rechazan registrar tales uniones”. El metropolita quiso notar que a su modo de ver, el presidente de EEUU, Barck Obama abiertamente declaró que los derechos de los gay son mucho más importantes que la libertad religiosa, inmediatamente después de la visita del Papa a los Usa.

“Esto-continuó- testimonia claramente las intenciones de las autoridades segalres de continuar el asalto de ellos a aquellas fuerzas sanas de la sociedad que defienden los valores de la familia tradicional”. “Los católicos aquí se encuentran en primera línea en esta batalla”, admitió Hilarión que también tuvo una audiencia con el pontífice.

No obstante las políticas federales sean a veces quienes promueven justamente a la familia tradicional, Rusia vive igualmente otros problemas, también por culpa de la heredad soviética. El porcentaje de los divorcios no disminuye y después Rusia está entre los primeros países en el mundo: las estimaciones oficiales hablan de un 70% de matrimonios que termina con una separación. Los sociólogos consideran que ya el 25/30% de divorcios sean una señal de alarma, porque si se disgrega la familia, se disgrega también la sociedad.

El motivo principal de los fracasos está en las relaciones extra-conyugales. Práctica que luego en los sondeos, los dos tercios de los rusos considera vergonzoso cuánto la homosexualidad. El mismo jefe del Kremlin es un divorciado. Rusia tiene una legislación bastante larga sobre las separaciones: las parejas pueden anular el matrimonio en un solo trámite en una oficina matrimonial. En el caso en el cual el divorcio no sea consensuado, son suficientes justificaciones bastante limitadas.

Este año, además se inició un fuerte debate sobre la poligamia, después que en mayo un alto funcionario de la policía chechena se casó con una muchacha menor de edad, convirtiéndose en su segunda mujer con la bendición del líder checheno y muy fiel de Vladimir Putin, Ramzan Kadvrov. El kremlin tomó distancia de la polémica, mientras que la Iglesia ortodoxa ha casi justificado la práctica, difundida en Chechenia y en el Cáucaso ruso, que tiene una mayoría musulmana.

El jefe del departamento sinodal para las relaciones entre la Iglesia y la sociedad, el arzobispo Vsevolod Chaplin, notó: “Es curioso que los círculos que ahora critican la poligamia, que existe en los hechos del Cáucaso del Norte, a menudo son favorables a los matrimonios entre homosexuales”. También recordando que la Iglesia no acepta la poligamia, porque el matrimonio es considerado como la unión entre un hombre y una sola mujer, Chaplin admitió: “existen diversas tradiciones en el mundo, cómo puedan vivir en un único Estado y en el mundo moderno es una cuestión que va enfrentada con una discusión seria, especialmente a nivel de poder legislativo”.