Pekín (AsiaNews) - La decisión de eliminar la política del hijo único en China "es demasiado poco y demasiado tarde. La población de China comenzará a disminuir en 10 años. ¿Por qué el gobierno todavía mantiene el control de la natalidad?". Ha comentado Andy Xie, ex jefe economista para Asia de Morgan Stanley, la decisión del Plenum de eliminar las limitaciones impuestas a las parejas por Deng Xiaoping en 1979. Su posición es compartida por la gran mayoría de los economistas y demógrafos que se ocupan de China.
Steve Tsang, un investigador del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Nottingham, dijo: "Este es un paso importante en la dirección correcta, pero el impacto no puede ser tan incisivo como parece a primera vista. La mayoría de las familias chinas urbanas no quieren un segundo hijo por los enormes costos que ello conlleva".
La misma opinión de un usuario de Weibo, el popular sitio de microblogging chino, quien escribe: "Se necesita 1,35 millones de yuanes (unos 180.000 euros) para criar a un niño hasta el matrimonio. Con un salario promedio de 5 mil yuanes al mes, se tarda 45 años en criar dos hijos. Simplemente, no me lo puedo permitir".
Los economistas Tom Orlik y Fielding Chen, ambos de Bloomberg, agregan: "Se necesita tiempo antes de que un hijo entre en la fuerza de trabajo, la presión social empuja a los jóvenes a trabajar duro y tener hijos lo más tarde posible. Es un alto costo social". Por otro lado, la primera excepción a la política del hijo único puesto en marcha en 2013 no trajo los resultados esperados de los demógrafos nacionales, que esperaban un aumento de alrededor de 2 millones de recién nacidos al año.
Zhu Qibing, analista de China Minzu Securities Co. en Beijing, dijo: "El auge de la natalidad no es probable que suceda. Y debemos tener cuidado de no sobrestimar el impacto de esta nueva política sobre el producto interno bruto".
Nicholas Eberstadt, analista demógrafo del American Enterprise Institute en Washington, dice: "La mano de obra china ya se ha contratado, y la disminución de la población está, al menos sobre el papel, próxima. Este último cambio de rumbo con toda probabilidad no llevará a China por el camino de la estabilidad de la población".