Bangladesh: el Padre Piero está bien, pero la tensión política permanece
Las condiciones de salud del misionero católico mejoran de hora en hora. Pero está muy débil, a causa de las heridas y los antibióticos. El clima político es cada vez más incandescente, con el ahorcamiento de dos opositores. El grupo islámico Jamaat-e-Islami llama a un paro general. Los sacerdotes de Dinajpur aún viven escoltados. Fuente católica: “Es necesario un diálogo entre las comunidades”.

Dacca (AsiaNews)- El Padre Piero Parolari “está bien y los médicos prevén darle el alta en poco tiempo más”. Es lo que reporta a AsiaNews una fuente católica acerca de las condiciones de salud del misionero del PIME (Pontifico Instituto de Misiones Extranjeras) que fue agredido la semana pasada por tres malhechores, cuyo único objetivo era matarlo. El Padre Piero está “respondiendo bien a los cuidados, le fue quitado el drenaje del pulmón y logra ir al baño, siempre acompañado por personal médico”. La situación en Bangladesh permanece tensa, sobre todo después del ahorcamiento de dos opositores políticos, condenados a muerte por acusaciones de crímenes de guerra cometidos durante el conflicto hindú-paquistaní del año 1971.

El Padre Parolari “aún está débil, a causa de las profundas heridas que le infligieron durante la agresión. Tiene dolores en el pecho, por la rotura de tres costillas y las equimosis faciales que ya están en vías de curación. Está alimentado con goteo y aún no puede alimentarse con alimentos sólidos. Los médicos lo sometieron a un fuerte tratamiento antibiótico a causa de los traumas recibidos en la cara, y este es uno de los motivos por el cual se siente muy débil”. No obstante la gravedad del cuadro clínico con el cual el Padre Parolari fue admitido en el hospital militar de la capital, “todo está yendo bien y también los médicos son muy amables y disponibles”. “Es una fortuna que el ejército lo haya tomado a su cargo”, agrega la fuente.

Por una parte, si bien las condiciones del sacerdote hacen que tengamos esperanzas, por otro lado, la situación en el país asiático permanece tensa. Ayer por la mañana, de hecho, fue ejecutada la condena a muerte de dos líderes políticos acusados de crímenes de guerra en el conflicto que llevó a la secesión de Bangladesh en 1971. Se trata de Salahuddin Quader Chowdhury, jefe del Bangladesh Nationalist Party (BNP) y de Ali Ahsan Mohammad Muiahid, secretario general del Jamaat-e-Islami, el mayor grupo islámico del país, que llamó a un paro general para el día de hoy.

La semana pasada, fuentes católicas habían confirmado a AsiaNews la creciente inestabilidad política, que estaría en el origen de la agresión al Padre Parolari y también de los episodios de violencia realizados contra los extranjeros en meses pasados, entre las cuales se hallan el asesinato del cooperador italiano Cesare Tavella. “En Rajshani- agrega la fuente- se colocó el ejército, oficialmente como “forma de protección” del país. En Dinajpur fue violentada la casa de una pareja japonesa que en aquel momento, afortunadamente, no estaba presente. Un grupo de asaltantes devastaron la habitación, destruyendo también las cámaras de TV destinadas a la vigilancia”.

Después de las amenazas de muerte realizadas a  doce sacerdotes, recuerda, “la asociación católica bengalí organizó una cadena humana para manifestarse contra la violencias religiosa y reafirmar el valor del diálogo entre las comunidades”. Favorecer el diálogo, agrega, “es justamente el objetivo en el que se centró la pastoral de la diócesis de Dinajpur, que quiere organizar una manifestación pacífica para hacer conocer mejor a la población local el trabajo de los misioneros en favor y al servicio de los más necesitados. Los sacerdotes están allí por ellos, viven para ellos. Y esto hay que hacerlo entender”. No sería una demostración contra el gobierno, subraya la fuente, “sino una iniciativa para apoyar a los misioneros y para facilitar un clima de reconciliación y de paz en el país”.

Por último, la fuente sostiene la necesidad de una implicación general de las diversas confesiones. “En Dinajpur -concluye- se han realizado varios encuentros con musulmanes e hindúes para dialogar y hablar. A medida que más gente se involucre, también de las otras confesiones, más se estrecharán los ligámenes de solidaridad, y de este los ataques como el que ocurrió al Padre Piero no volverán a suceder más en el futuro”.