Hong Kong (AsiaNews) – La apertura del Jubileo de la Misericordia “fue un momento especial para una diócesis especial. En la celebración estuvieron presentes cientos de fieles, el obispo, Card Tong y su predecesor, Card Zen. La ceremonia fue larga, solemne y muy concurrida. Esperamos que traiga frutos reales a nuestra sociedad”. Quien dice esto a AsiaNews es el Padre Giorgio Pasini, misionero y superior regional de Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras.
El Padre Pasini estaba presente en la catedral el 12 de diciembre pasado, cuando, luego de Vísperas, se inició la ceremonia: “Antes de entrar a la iglesia fueron leídos fragmentos de cuatro documentos del Concilio Vaticano II y se dio la bendición a los presentes y a la Puerta Santa. Había muchos representantes de los consejos parroquiales y decenas de sacerdotes. El Card. Tong bendijo las estolas de los confesores con el logo del Jubileo. Fueron momentos verdaderamente conmovedores”.
La esperanza, subraya el misionero, “es que,a partir del Año Santo, nazcan gestos concretos en atención a los marginados. La sociedad de Hong Kong es muy competitiva, y el concepto de misericordia ha de ser bien explicado: el riesgo, incluso para la Iglesia local, es que éste se vuelva un año de la confesión, y no de la conversión de las vidas y los corazones. Marginados, presos y necesitados: en las parroquias se tratará de poner la atención en estas personas”.
La diócesis de Hong Kong decidió qie la catedral no sea la única "puerta" para el Jubileo. En total, de hecho, las Puertas Santas serán siete: entre ellas, está también la de la iglesia del Corazón Inmaculado de María. El párroco, Padre Luigi Bonalumi, también él misionero del PIME, explica a AsiaNews “El card. Tong vendrá el primero de enero a las tres de la tarde para abrir nuestra Puerta. Estamos muy contentos”.
Los parroquianos, agrega Bonalumi, “están muy interesados en el Jubileo, sobre todo porque es la primera vez que se vive un evento de este tipo en Hong Kong. Se acercan con atención a los sacramentos, y tratan de aplicar la misericordia como es pedido por el Papa Francisco. Es necesario entender que el concepto de misericordia está presente en la cultura asiática, sobre todo en el mundo budista: ciertamente que el sentido de la compasión budista es diverso del perdón del Padre, pero al menos no son términos totalmente desconocidos”.
El Jubileo, concluye el misionero del PIME, “puede llevar a una mayor conciencia en el mundo y en Hong Kong: aquí, entre nostros, considero que algo se está moviendo en el campo de la responsabilidad social. Nosotros, como parroquia, decidimos dedicar las ofrendas de todo el Año Santo a las obras de misericordia espiritual: una parte a la Caritas diocesana, y una parte a una misión africana o asiática”.