Hong Kong (AsiaNews) – Jesús “eligió venir al mundo en una familia. Esta elección demuestra hasta qué punto la familia es importante de verdad, para la fe y para nuestra sociedad”. Sin la familia, de hecho, “se derrumba la sociedad entera”. Es lo que escribe el obispo de Hong Kong, Card. John Tong Hon, en su mensaje pastoral en el umbral de la Navidad. El prelado subraya los enfrentamientos que han agitado “no solamente el territorio, sino también nuestros corazones” y la paz “que parece alejarse cada vez más de nuestra vida cotidiana”. A continuación, el texto completo del mensaje (traducción al español a cargo de AsiaNews).
Hong Kong, nuestra casa, ha sido agitada en los últimos años. Nuestros corazones tampoco están muy tranquilos. La paz parece alejarse cada vez más de nuestra vida cotidiana. Hemos vivido disputas, conflictos, hay comunidades que han sido hechas pedazos. Hemos incluso visto que se han puesto en discusión valores centrales, como la familia. Sin embargo, Dios nunca nos prometió que el cielo estaría azul cada día que pase, Pero Él nos prometió que su amor estará siempre con nosotros.
Jesucristo eligió venir a este, nuestro mundo, a estar con nosotros, a través de una familia: una familia básica, con José como padre y María como madre. A través de esta elección, podemos entender hasta qué punto la familia es verdaderamente importante, no sólo para nuestra fe, sino para la formación de nuestra sociedad. Sin la familia, nuestra sociedad se derrumbará. Como consecuencia, debemos hacer de nuestra familia un tesoro, y estar atentos a cualquier posibilidad que pueda ponerla en riego.
A principios de este mes, hemos inaugurado en la Iglesia el Jubileo de la Misericordia. Nuestro Papa Francisco nos ha invitado a contemplar el rostro de Cristo, a ser testigos de la misericordia y a hacer de manera que los demás puedan tener la experiencia del gran misterio de la misericordia de Dios. Ante todo, llevemos este testimonio a nuestros hogares: cuidemos a nuestra familia, a nuestros padres, a nuestros abuelos. A nuestros niños y vecinos.
Además de enviar mensajes de texto a través de las redes sociales, hemos de saludarnos con una sonrisa; hemos de hablarnos unos a otros y darnos un abrazo. En el día de Navidad, estad en casa con vuestras familias. Os auguro a todos vosotros y a vuestros seres queridos bendiciones para esta Navidad.