Trabajador filipino decapitado en Arabia Saudita; no pagó el "precio de su sangre"
Joselito Lidasan Zapanta, soldador de 35 años, fue condenado en 2010 por el asesinato de un empresario. El hombre siempre ha clamó que fue en defensa propia. Para su liberación, Riad exigió un millón de dólares. Mons. Santos: "Este caso trágico y doloroso es testimonio de todos los peligros que nuestros trabajadores se ven obligados a enfrentar en el extranjero".

Manila (AsiaNews / Agencias) - Joselito Lidasan Zapanta, soldador 35 años, fue decapitado ayer en Arabia Saudita en la ejecución de una sentencia dictada en 2010 por el tribunal de Riad, por el asesinato del empresario sudanés ocurrido el año anterior. El hombre siempre se ha defendido alegando que fue en defensa propia. La familia de la víctima había pedido un "precio por su sangre", que ascendió a 48 millones de pesos (US$ 1,000,000) para la liberación del Filipino.

Un ultimátum a principios de diciembre dio dos semanas para el pago de la suma. Amigos, familiares Zampanta y el gobierno filipino llegaron a recaudar tan sólo 23 millones de pesos, la mitad de la cantidad adeudada. Llegado ese punto, la ejecución se llevó a cabo.

Mgr. Ruperto Santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión para el tratamiento de los migrantes, dijo: "En este momento de dolor por la trágica pérdida continuamos orando, esperando y trabajando por el bienestar de nuestros trabajadores migrantes, para que siempre esté seguros".

Según el prelado, el caso de Zapanta, padre de dos hijos, "muestra las dificultades y peligros" que los trabajadores filipinos en el extranjero enfrentan: "Hacemos un llamamiento a la misericordia de Dios y de su amor para que perdone el alma de nuestro hermano". Para la Iglesia, agregó el prelado, "esto siempre ha sido un gran desafío pastoral. Queremos ayudar a los trabajadores migrantes a estar mejor preparados y equipados para hacer frente a nuevas culturas y estilos de vida en tierras extranjeras".

Carlos José, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Filipinas, dijo que habían "hecho todos los esfuerzos posibles legales para preservar la vida de Zapanta".

Los migrantes trabajadores filipinos en el extranjero son unos 10 millones, de los cuales 2,2 millones están en Arabia Saudita. Según José, 79 de ellos están en el corredor de la muerte en varias partes del mundo, entre ellos, 41 en Malasia y 27 en Arabia Saudita.