Seúl, Washington y Tokio, “dispuestos a todo” para detener la amenaza nuclear coreana
Los tres gobiernos decidieron trabajar juntos, tanto en el ámbito de la ONU como a título individual, para eliminar el riesgo de una guerra atómica con Pyongyang. La Casa Blanca “aún guarda dudas” acerca de la efectividad de una artefacto de hidrógeno; los expertos parecen divididos al respecto. Corea del Sur limita el acceso al complejo intercoreano de Kaesong.

Seúl (AsiaNews) – Luego de una jornada de frenéticas consultas, los gobiernos de Japón, Corea del Sur y los Estados Unidos anunciaron que “trabajarán juntos para frenar a cualquier costo la amenaza nuclear norcoreana”. A ellos se une el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, por unanimidad, condenó el presunto cuarto test atómico del régimen liderado por Kim Jong-un y anunció el emprendimiento de nuevas sanciones contra dicho país. Sin embargo, la efectiva capacidad nuclear de Pyongyang debe ser aún confirmada. 

A las 10 de la mañana (hora local) de ayer, el gobierno de Corea del Norte anunció, a través de la televisión estatal, que había efectuado exitosamente un test sobre un artefacto de hidrógeno. Un sismo de una magnitud de 5.1 fue relevado en las inmediaciones del sitio nuclear de Punggye-ri inmediatamente después de la detonación. Además de ser más potente que una bomba atómica normal, la tecnología belica a base de hidrógeno podría ser montada sobre misiles de calibre inferior al normal, que el régimen posee desde hace años. 

De acuerdo a la Casa Blanca, sin embargo, los “análisis iniciales” indican que, en su último test nuclear, Corea del Norte no ha usado una bomba de hidrógeno, como declara el régimen. Los expertos norteamericanos continúan estudiando la situación, pero el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó que “en las últimas 24 horas no se ha verificado nada que pueda cambiar nuestra valoración de la capacidad nuclear de Corea del Norte”. Sin embargo, subrayó el Secretario de Estado John Kerry, ­­­“el de Corea del Norte ha sido un acto absolutamente provocador”.

Varios expertos internacionales han subrayado que la magnitud del sismo “es demasiado limitada” para haber sido generada por un artefacto a hidrógeno, pero muchos otros destacan que todo depende de las dimensiones de la cabeza nuclear. Tetsuo Sawada, docente en el Tokyo Institute of Technology, considera que es “muy difícil evaluarlo tan sólo partir del grado  [del sismo, ndt] relevado. Mucho depende de cómo haya sido posicionada bajo tierra, y sobre todo, de cuan grande es”.

El gobierno de Seúl, conducido por el conservador Park Geun-hye, anunció que limitó el ingreso al parque industrial inter-coreano de Kaesong. En dicho lugar, varias empresas del Sur emplean a decenas de miles de operarios del Norte, siendo el único caso de cooperación bilateral en la península. ­­El complejo es, por otro lado, una importante fuente de dinero contante para los norcoreanos y para su gobierno. El Ejecutivo también anunció la “posibilidad” de retomar las operaciones de propaganda contra el régimen: éstas fueron frenadas a fines de 2015 en un intento por calmar la tensión bilateral.

El primer ministro nipón Shinzo Abe condenó con “absolutamente toda la fuerza posible” el test nuclear, que definió como “una amenaza directa a la seguridad de Japón”. Por otra parte, esta mañana, el presidente norteamericano Barack Obama lo llamó por teléfono para “acordar una línea común dentro de las Naciones Unidas” de modo de responder a la amenaza: “Es necesario enviar un mensaje muy fuerte a Corea del Norte, de manera que desista de continuar con estas provocaciones”.