Teherán (AsiaNews / Agencias) - El gobierno iraní ha confirmado la liberación de los 10 marineros estadounidenses (nueve hombres y una mujer) detenidos en las aguas del Golfo por dos patrulleros, y que se habían inmiscuido en aguas territoriales iraníes. Un general de la Guardia Revolucionaria leyó en la televisión un documento anunciando la liberación: "Los diez marines no estaban espiando, y no entraron intencionalmente en nuestras aguas". El gobierno de Estados Unidos podría pedir disculpas por el incidente de manera informal, mientras que la Marina de Estados Unidos abrió una investigación "para aclarar su grave error".
La detención del grupo de militares estadounidenses, según los analistas, tenía el potencial de desencadenar una nueva y muy grave crisis diplomática. Está en juego, precisamente, la eliminación de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, medidas económicas que han paralizado el país. Dichas sanciones deben ser anuladas por unanimidad en el Congreso de Estados Unidos, luego de la firma del acuerdo nuclear con Teheran.
El Pentágono confirmó el incidente y ha destacado la "buena voluntad" de los iraníes: "No tenemos indicios de violencia, nuestros investigadores arrojarán luz sobre el incidente". El grupo, todavía en un puerto de reanudación, aún no identificado, de Oriente Medio, se hará al mar en el nuevo día "por su propia seguridad". Detrás de todo esto habría rutas de radio y la necesidad de crear un puente para obtener información sobre la ruta.
Para contrarrestar el aparente buen suceso de los militares ha intervenido la política estadounidense. Cuando ocurrió el incidente, de hecho, el presidente estadounidense Barack Obama hablaba ante el Congreso, reunido para su último discurso sobre el estado de la nación antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. Obama hizo hincapié en la necesidad de abrir nuevos canales de diálogo con Irán, y él pidió no demonizar el mundo islámico, citando, entre otras cosas, al papa Francisco: "El odio no prevalecerá".
Los candidatos presidenciales republicanos, entre ellos Donald Trump y Marco Rubio, en cambio, han utilizado la historia de los marineros como un látigo contra el líder demócrata. El multimillonario Trump hizo hincapié en la "debilidad de Obama, que en vez de hablar con fortaleza se pone a hacerles mimos ", mientras que Rubio – que apunta al voto hispano- dijo: "Teherán está poniendo a prueba los límites de esta administración" para saber hasta qué punto puede hundirse.
El General Hassan Firouzabadi, uno de los "halcones" del ejército iraní, respondió: "Estos diputados americanos, que traen todos los días un nuevo obstáculo contra Irán, parecen no tener la información correcta. Espero que el incidente [con los marineros], que probablemente no será el último error de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región, sea una lección para aquellos miembros del Congreso acostumbrados a lapidarse".