Patriarca maronita: Sin presidente, el Líbano vive al borde del colapso

Nuevo llamamiento del Card. Rai por la elección del presidente de la República. El prelado ataca a las facciones políticas y parlamentarias que “obstaculizan” la elección. El cargo vacante preocupa también a la diplomacia internacional. Enviada especial de la ONU: no dar por descontada la “estabilidad” de la nación. Hoy está prevista una sesión del parlamento.


Beirut (AsiaNews/Agencias) – Líderes religiosos, diplomáticos internacionales y la sociedad civil hacen un nuevo llamamiento al Parlamento libanés por la elección del nuevo presidente de la República, cargo que permanece vacante desde hace más de 20 meses. En la homilía dominical,  el patriarca maronita Beshara al-Rai subrayó que el pueblo “merece vivir en un país que respete sus derechos”. En las últimas semanas, el apoyo explícito a la candidatura del ex general Michel Aoun por parte del jefe de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, había dado esperanzas – hasta ahora, vanas- de que la situación tuviera un desarrollo.

Volviendo sobre el tema de la falta de elección de un jefe de Estado, el card. Rai se dirigió a las facciones “políticas y parlamentarias” que desde hace ya demasiado tiempo “obstaculizan la elección presidencial”, para que logren un acuerdo que salve a una nación “al borde del colapso”. El país, agregó, debe orientarse “al bien común”, y responder “a la Constitución, al Pacto Nacional (que asigna la presidencia a un maronita), y a los “sistemas democráticos adoptados por el Líbano y mencionados al inicio de la Carta” (Magna).   

Desde el mes de mayo de 2014, cuando se concluyó el mandato del presidente saliente Michel Suleiman, que el Líbano está privado de un jefe de Estado;  desde entonces, el Parlamento y los bloques internos del mismo no logran alcanzar el consenso sobre la elección del sucesor.

Tras la elección fallida está el enfrentamiento abierto entre dos frentes rivales: el 8 de Marzo (los chiítas de Hezbollah, cercanos a Irán) y el bloque del 14 de marzo (conducido por Saad Hariri, que cuenta con el apoyo de Arabia Saudita).

Hoy está prevista una nueva sesión parlamentaria; sin embargo, según los expertos, la misma se concluirá con un nuevo episodio de inacción, y el presidente Nabih Berri, ante la falta de quórum, se verá obligado a postergar la cuestión.

La falta de un presidente de la República en el Líbano preocupa asimismo a las más altas esferas políticas y diplomáticas internacionales. La coordinadora especial de la ONU para el Líbano,  Sigrid Kaag, emite la alarma, afirmando que podría ser incluso ya demasiado tarde para salvar al país. La diplomática subraya que “es difícil” observar el grado de “deterioro” causado a las instituciones y a la economía nacional, pero los efectos de ello están, y se harán cada vez más evidentes en el largo plazo. “La estabilidad del Líbano –agrega- no deber darse por descontada”.

La coordinadora especial de la ONU aclaró, asimismo, que no se precisan presiones diplomáticas “externas”, en particular de las Naciones Unidas, para resolver esta situación de punto muerto,  y que debe ser el mismo Parlamento libanés quien encuentre la vía para un acuerdo. La presidencia es un cargo importante “para el elemento cristiano” y “para todo el país”. “Es importante para el Líbano-concluye Sigrid Kaag – no perder demasiado tiempo, porque podría pagar un precio caro a más niveles aún”