Más de 10 mil estudiantes residentes regresan del norte del país para las vacaciones del Año Nuevo Lunar. Muchos niños, sin embargo, no pueden permitirse el viaje y permanecer en Emmanuel, estudiantado construido por la Arquidiócesis hace cuatro años, dando comidas y becas a los más desfavorecidos. Estudiante budista: "Desde que vivo aquí, puedo compartir la felicidad y la tristeza con los demás".
Ho Chi Minh (AsiaNews) - Con ocasión del Año Nuevo Lunar (también llamado Tết) cerca de 10 mil estudiantes residentes han vuelto de Ho Chi Minh en el norte del país, para encontrar a sus familias y tomar unos días de descanso. Pero no todos los niños tienen suficiente dinero para pagar el viaje, y es de ellos que la arquidiócesis de la ciudad se preocupa por años.
"En 2012 - cuenta la hermana Diem, religiosa de la arquidiócesis – el Card. Jean Baptiste Pham Minh Mẫn [entonces arzobispo de Ho Chi Minh ndr] sugirió que aumentamos nuestros esfuerzos en el ministerio juvenil, sobre todo para ayudar a los llamados “sinh viên xa quê” (estudiantes migrantes). Así que en ese año la congregación de las Franciscanas Misioneras de María construyó el estudiantado Emmanuel, para dar hospitalidad a los chicos. Ahora estoy a cargo de la estructura, una pequeña comunidad de estudiantes pobres, incluyendo 101 católicos y 22 no católicos".
En los últimos tres años, el Colegio Emmanuel ayudó a 70 niños a terminar la escuela, por lo que podría volver a sus hogares en el norte y encontrar un buen trabajo. Muy a menudo, los estudiantes son tan pobres que no pueden pagar nada, por lo que la congregación (gracias a los donantes) les proporciona comidas diarias, así como para ganar becas.
Hồng, de 22 años, es uno de los estudiantes que viven en Emmanuel: "Al principio - dice - me vi obligado a vivir aquí. Durante un tiempo me resistí a las monjas. Pero ahora reconozco que siempre han ayudado. Aquí estamos a salvo y tenemos la oportunidad de participar en todas las actividades pastorales de la parroquia. Cada día vamos a la iglesia, leemos la Biblia y oramos juntos. Una vez al mes tenemos los debates sobre un tema en particular".
"Desde que vivo aquí - dice un estudiante budista - puedo compartir la felicidad y la tristeza con los demás. Todo el mundo puede contribuir a la alegría de las actividades conjuntas. Después de años de educación que recibí en este lugar, estoy listo para hacerme cargo de mi vida".
Hace unos días, la diócesis de Ho Chi Minh ha recibido la visita de Mons. Joseph Nguyễn Linh Chí, presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de los migrantes y que ha pasado tiempo con los estudiantes de Emmanuel. El obispo animó a la comunidad a continuar por este camino, instando a los estudiantes a ser protagonistas de la pastoral, predicación del Evangelio a los más pobres de la sociedad.