Se duplica el número de niños-soldados muertos combatiendo para el Estado Islámico

La denuncia es de un grupo de investigadores estadounidenses, que han seguido las pistas de la propaganda y los elogios fúnebres. En el año  2015 las víctimas ascendieron a más “del doble” con respecto a las cifras pasadas. El 39% de los menores murieron en ataques perpetrados con auto-bombas, el 33% en el campo de batalla. El 60% tendría una edad comprendida entre los 12 y los 16 años, el 6% entre 8 y 12 años.  


Bagdad (AsiaNews/Agencias) –El número de niños-soldados muertos combatiendo para el llamado Estado Islámico (EI) en el 2015 es superior  “al doble”, si se lo compara a las estimaciones elaboradas en el pasado. Es cuanto surge de una investigación publicada en los últimos días por investigadores de la Georgia State University, quienes, durante los últimos 13 meses, siguieron atentamente las pistas de la propaganda y los elogios fúnebres de los milicianos. “Los muertos son ciertamente muchos más –refiere Charlie Winter, uno de los autores del estudio- porque éstas (cifras) contemplan tan sólo los casos que el EI ha hecho públicos en el último año”.

De acuerdo a las propaganda del EI, al menos 89 jóvenes de entre ocho y 18 años fueron muertos en combate; los investigadores descubrieron asimismo que, en relación al 2014, el número de niños empleados en operaciones de guerra se ha visto “cuanto menos, triplicado”.

La investigación, publicada por el Combating Terrorism Center de West Poin, explica también que, entre enero de 2015 y enero de 2016, el 39% de los niños y jóvenes murió en ataques llevados a cabo con auto-bombas, en tanto el 33% murió en el campo de batalla.

Si bien el EI no brinda los nombres verdaderos y las biografías de los menores muertos, los investigadores han logrado estimar la edad aproximada y la nacionalidad de éstos. El 60%  tendría una edad comprendida entre los 12 y los 16 años, en tanto que el 6% estaría entre los 8 y los 12 años de edad.

El 18% de los jóvenes falleció en ataques en los cuales ellos no tenían ninguna intención de sobrevivir, los  así llamados “inghimasis”, derivación del árabe “zambullirse, arrojarse”. Ellos se lanzaron sobre las líneas enemigas, abriendo fuego contra los soldados, hasta ser heridos de muerte.

Uno de estos perpetradores era un “pre-adolescente”, de una edad comprendida entre los ocho y los 12 años. Fue muerto el mes pasado en la provincia de Alepo, en un ataque suicida contra posiciones rebeldes. El Estado Islámico lo fotografió mientras decía adiós a su padre, antes de llevar a cabo la acción kamikaze.

Más de la mitad de las víctimas entre los niños-soldados del  EI cayeron en el campo de batalla iraquí, no obstante muchos de ellos eran sirios, como queda demostrado por el intercambio de armas y medios que los yihadistas llevan a cabo, con total impunidad, entre los dos países.  Después de todo, ocupan casi la mitad de Siria e Irak, si bien se trata, en muchos casos, de territorios desérticos y poco poblados.  

Otros niños muertos provenían de Yemen, Arabia Saudita, Túnez, Libia, y un pequeño número había llegado del Reino Unido, Francia, Australia y Nigeria. Pareciera que los milicianos utilizan a los menores más bien junto a adultos, en lugar de reservarles misiones específicas.

“En otros conflictos –explica Winter – el uso de niños-soldados representa el último recurso, para sustituir rápidamente las pérdidas sufridas en el campo de batalla o en operaciones especializadas  […], sin embargo, en el seno del EI los niños son usados y tratados como pares por parte de sus camaradas más ancianos”. Y su número, concluye, ha alcanzado dimensiones “preocupantes”.