Peregrinos de toda fe a los lugares de Madre Teresa: De ella aprendemos la Misericordia
de Nirmala Carvalho

Un grupo interreligioso de australianos concluyó una peregrinación a los lugares de las grandes religiones en India. Primera etapa Delhi, luego Varanasi, Bodh Gaya y al final Calcuta. Es aquí que el grupo, gracias a las obras de Madre Teresa, “entendió cuánto sea importante servir, no sólo para los cristianos sino para todas las religiones”. El fundamentalismo religioso en cambio “no construye la paz, lleva sólo a la guerra”. 


Mumbai (AsiaNews)- Abrir las puertas a los otros sin miedo, servirlos sin distinción de credo o raza siguiendo el ejemplo de Madre Teresa, comprender que el fundamentalismo religioso de quien quiere imponer la propia fe lleva a la guerra y aleja de la paz. Son las enseñanzas que el grupo de peregrinos, que los ha llevado a visitar los lugares sagrados de las grandes religiones en la India.

A principios de febrero, un grupo de ocho fieles australianos llegó a la India para realizar una peregrinación interreligiosa, cuya finalidad fue vigorizar el diálogo entre los credos. Quien guió al grupo fue el Rev. John Dupuche, experto en sánscrito y Shivaísmo tántrico de Cachemira. Junto al reverendo había cuatro laicos y tres religiosos, todos con experiencias confesionales diversas.  

Los participantes llegaron antes a Delhi, donde se encontraron con varios expertos musulmanes y relfexionaron sobre la lectura de textos islámicos; luego fueron a Varanasi, ciudad que es símbolo del hinduismo. La tercera etapa fue Bodh gaya, donde los peregrinos meditaron bajo el árbol de la Bodhi, lugar donde, según la tradición, Buda alcanzó la iluminación. A tal propósito, el Rev. Dupuche afirma: “Aquí había muchísimos grupos provenientes de todo el mundo. No pudimos rezar juntos. Pero sí estar juntos en silencio, ante la presencia de lo sagrado. También el silencio es un aspecto importante del diálogo”.

Este lugar, continúa: “me hizo pensar en el Santo Sepulcro, la tumba vacía de Jerusalén, donde Jesús resucitó de la muerte”.

Al final el grupo llegó a Calcuta, ciudad que es símbolo, para los cristianos, en virtud de las obras de caridad de la Madre Teresa. Esta última etapa fue fundamental en toda la peregrinación, porque “aquí no hemos venido sólo como peregrinos, sino también para servir”. Los fieles visitaron el Nirmal Hriday, el hospicio para los enfermos, los pobres y los indigentes fundado por la beata en Kalighat, barrio de Calcuta. La enseñanza de Madre Teresa, que se puso al servicio de los más pobres, dice el Rev., “es importante no sólo para los cristianos, sino para todas las religiones, y es el emblema del diálogo entre los credos. Todas las religiones que se ponen al servicio mostrarán la verdadera profundidad y significado de su enseñanza”.

Este viaje, concluye el Rev.,  luego de la última visita a la comunidad de El Arca donde viven juntas personas con varias formas de discapacidad, “nos ha enseñado que servir a los demas, sin distinción de fe o raza, es fuente de intensa alegría y paz. Por el contrario, el fundamentalismo religioso no sólo es negativo, sino también contraproducente. Lleva a la guerra más que a la paz. Aquello que en cambio debemos hacer es seguir el pedido del Papa Francisco para este Año de la Misericordia, o sea abrir las puertas, las mentes y el corazón a los demás”.