Corea, hay señales de esperanza para los enfermos de tuberculosis del Norte

El gobierno de Seúl “está considerando” la posibilidad de permitir el envío de medicinas a cerca de 1500 enfermos de TBC que son supervisados por la Eugene Bell Foundation. Las sanciones del Ejecutivo de Park Geun-hye en relación al régimen de Pyongyang “siguen siendo válidas, pero tomamos en cuenta el canal humanitario”. Superior de los Maryknoll: “No queremos entrar en cuestiones políticas, sino ser apóstoles de la paz para un pueblo que tiene una desesperada necesidad de esperanza”.


Seúl (AsiaNews) – El gobierno de Seúl “está considerando” la posibilidad de permitir el envío de medicamentos contra la tuberculosis a la parte Norte de la península coreana.  A pesar de las durísimas sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU en relación al régimen de Pyongyang, de hecho, el Ejecutivo del Sur “está analizando la cuestión del canal humanitario”. Lo que está en juego es la vida de 1.500 norcoreanos afectados por tuberculosis cuyo seguimiento hace la Eugene Bell Foundation. Hasta ahora, la administración de Park no ha permitido el envío de medicamentos necesarios para mantenerlos con vida.  “Sin embargo, existe una esperanza”, dice un funcionario anónimo del ministerio de la Unificación.

La tensión entre las dos Coreas estalló a principio de febrero con una serie de provocaciones militares que condujeron al cierre del complejo industrial inter-coreano de Kaesong. Junto al tour por el monte Kumgang, a la “línea roja” telefónica directa y al “pueblo de la paz” de Panmunjon, dicho complejo fue, durante años, uno de los pocos puentes entre las dos naciones. A pesar de que las relaciones siempre han sido fluctuantes, jamás había ocurrido que todos los puntos de contacto fueran interrumpidos simultáneamente.  

Para entender cuál es el punto, el gobierno conservador conducido por Park Geun-hye ha dado a entender que ya no permitirá –incluidos los de índole humanitaria. Hasta la capitulación de Pyongyang y a su compromiso de renunciar al programa nuclear y misilístico. Y, por lo tanto, bloqueó el permiso de exportar medicamentos al Norte, que desde aproximadamente 20 años era concedido con regularidad a la Fundación Eugene Bell. La intransigencia del gobierno de Seúl parece haber, sin embargo, haber  dado algún paso atrás.

El Superior regional de los Maryknoll in Corea, el padre Gerard Hammond, lleva acabo visitas regulares a la parte Norte de la península desde hace aproximadamente 20 años, justamente, con la Fundación. El misionero dice a AsiaNews: “Durante todos estos años lo único que siempre tratamos fue cuidar a quienes están afectados por la tuberculosis. Hemos intentado dar esperanza, porque los tratamientos no deberían implicar limitaciones, y dan dignidad a su vida. Como seres humanos, hemos hecho lo que podíamos, confiando el resto a las manos de Dios”.

Con respecto a la situación política y diplomática, el padre Hammond es muy claro: “No queremos entrar en cuestiones políticas, sino ser apóstoles de paz para un pueblo que tiene una desesperada necesidad de esperanza. Siempre es necesario tener esperanza, sobre todo, en la cuestión que es más importante para todos; la reconciliación del pueblo coreano, entre el Norte y el Sur”.