Pyongyang, 15 años de trabajos forzados para un estudiante norteamericano

Otto Warmbier -estudiante de 21 años de la Universidad de Virginia- fue arrestado el 22 de enero, y  hoy fue condenado por la Corte Suprema del Pueblo. Las acusaciones abarcan “actos hostiles” contra el Estado y “hurto de material de la propaganda nacional”. El joven confiesa todo durante una conferencia de prensa y pide piedad. El régimen de Kim mantiene en prisión a tres ciudadanos de los EEUU.    


Seúl (AsiaNews) – La Corte Suprema del Pueblo de Corea del Norte condenó a 15 años de trabajos forzados a un ciudadano de los Estados Unidos.  Los jueces hallaron culpable a Otto Warmbier –estudiante de 21 años de la Universidad de Virginia- por llevar a cabo “actos hostiles” contra el Estado y por “hurto de material de propaganda nacional”. Los medios del Norte anunciaron el arresto el 22 de enero pasado: Warmbier fue detenido porque “con la excusa de ser un turista, estaba llevando a cabo actividades criminales contra el Estado, con la tácita connivencia del gobierno norteamericano, a la vez que siendo manipulado por el mismo”.

El estudiante admitió sus “culpas” en el transcurso de una larga conferencia de prensa que fue transmitida por un canal nacional. Definió lo ocurrido como “el peor error de mi vida” y pidió piedad “pos mis crímenes”. Contó que había despegado un cartel político del área destinada al personal del hotel donde se alojaba con su grupo, pero agregó que lo hizo “para regalárselo a un amigo metodista en los Estados Unidos, que quería un trofeo”.

El amigo en cuestión sería miembro de la Friendship United Methodist Church de Wyoming (Ohio); padre de un compañero de clase del joven arrestado; le habría prometido un automóvil usado de 10.000 dólares a cambio del cartel. En caso de arresto, dicen los medios del Norte, habría garantizado a la familia que efectuaría una transferencia bancaria de 200.000 dólares.

Hasta el momento, son tres los ciudadanos norteamericanos detenidos en las cárceles de Pyongyang. En la historia reciente, los arrestos y condenas llevados a cabo por el  régimen  a menudo son manipulados con el objetivo de obtener de Washington dinero o ayuda humanitaria a cambio de la liberación.

La sentencia maduró en medio de las tensiones vinculadas a los grandes ejercicios militares conjuntos de Seúl y Washington, a los que Pyongyang se opuso fuertemente, y luego, a las pesadas sanciones del  Consejo de Seguridad de la ONU, emprendidas como respuesta al cuarto test nuclear del 6 de enero y al lanzamiento de misiles/satélite del 7 de febrero.