Jyoti Shrestha participó en la misa junto a decenas de hindúes y budistas: "En nuestra religión, muchos sufren de discriminación, mientras que en el cristianismo hay igualdad". El Vicario Apostólico Mons. Paul Simick presidido la liturgia: "Tenemos que pensar si estamos dispuestos a morir por Jesús o no. Si no lo somos, por lo menos tenemos que estar preparados para vivir para él".
Katmandú (AsiaNews) – He vivido "toda una vida como hindú, pero quizás ahora Dios me eligió y me llamó a ser católica. Estoy muy feliz y radiante por haber participado en la celebración del Domingo de Ramos por primera vez. Mi hijo y yo estamos asistiendo al catecumenado y pronto nos convertiremos en católicos". Esta dijo AsiaNews Jyoti Shrestha, una mujer hindú, saliendo de la misa de las palmas, celebrada ayer en Kathmndu y participado con una gran multitud de fieles.
El Vicario Apostólico Mons. Paul Simick, que presidió la liturgia, en la homilía recordó que los desafíos que esperan a los cristianos en Semana Santa: "Tenemos que pensar si estamos dispuestos a morir por Jesús o no. Si no estamos dispuestos a morir por él, entonces debemos al menos debemos vivir para Jesús, y queremos llegar a todos con su buena nueva".
"Nuestro país - continuó el vicario - adolece de varios problemas, que surgen de la discriminación y la opresión. Pero el Reino de Dios se basa en la igualdad y no hay disparidad. Todos tenemos que preparar nuestro lugar en el cielo, trabajando para servir a la misión y el plan de Dios. Los reinos de otras religiones son mercados de poder y tienen intereses materiales. La lucha por el Reino de Dios, por el contrario, significa sacrificarse por la humanidad, por la paz y la igualdad".
Shrestha también subraya la cuestión de la igualdad en el cristianismo sobre otras religiones: "Por desgracia, muchos hindúes siguen viviendo bajo la represión y la discriminación, por lo que la buena noticia y las enseñanzas dadas a conocer hoy por el vicario apostólico tienen una gran importancia".
Cientos de fieles católicos siguieron la misa, mientras sostenían una rama de palma y una Biblia. Dirigiéndose a ellos y decenas de hindúes y budistas que participaron con interés en la liturgia, Mons. Simick añadió: "Todos los hombres son iguales y tienen la gracia de Dios, Por lo tanto, no debe haber discriminación basada en la casta, la etnia y la religión".
De una población de 29 millones de personas en Nepal hay unos 150 mil cristianos (0,5%), de los cuales 7.200 son católicos.