A casi un año de distancia del terremoto, miles de personas viven aún en plena emergencia, sin electricidad y sin servicios sanitarios de base. Activistas y Ong internacionales denuncian irregularidades en el uso de los fondos. Los ciudadanos lamentan los atrasos, las ineficiencias y las discriminaciones. Las verdaderas víctimas “no han recibido nada”.
Katmandú (AsiaNews)- A casi un año de distancia del dramático terremoto que azotó a Nepal el 25 de abril de 2015, provocando más de ocho mil víctimas, miles de personas bien aún en alojamientos temporáneos sin electricidad, agua ni servicios sanitarios de base. El gobierno de Katmandú no logra enfrentar los pedidos y la situación se hace siempre más dramática; muchos denuncian abusos, irregularidades, corrupción en la gestión de los fondos. En un contexto todavía hoy de emergencia las agencias internacionales, entre las cuales la International Commission of Jurists (ICJ)-Ong comprometida en la defensa de los derechos del hombre- lanzan un pedido a las máximas autoridades del país para que respondan en modo eficaz y promuevan ayudas dirigidas a los necesitados.
Mientras tanto los ciudadanos lamentan los atrasos, las ineficiencias, las discriminaciones en la máquina estatal de las ayudas. Dipak Shresha, estudiante del distrito de Kavre, narra que cada semana “nos ponemos en fila para ir al baño, porque hay sólo dos pequeños pozos” para las necesidades “de treinta familias”. Nanda Lal Poudel, responsable del Departamento instrucción del mismo distrito, agrega que “los estudiantes no disponen del justo ambiente para la preparación de los exámenes”.
Mangal Tamang, otra víctima del distrito de Rasuwa, lamenta la falta de comida y abrigo, que se une a la incertidumbre para el futuro: el gobierno “no nos ha dado ningún apoyo”, si bien “hemos escuchado de la cantidad de ayuda que llegó de parte de la comunidad internacional”. Le hace eco, Ram Nepali, del distrito de Gorkha, el cual confirma que “las verdaderas víctimas no han recibido nada”, si no pertenecen al partido y no eres un dirigente “no te corresponde nada” y “los más pobres” son dos veces víctimas.
El clima de duradera emergencia preocupa a las agencias internacionales y los grupos pro-derechos humanos, entre los cuales los expertos del ICJ que auspician la formación de una comisión “independiente e imparcial” para investigar sobre los episodios de corrupción y las actividades de reconstrucción. La International Commission of Jurists y la Asociación de abogados nepaleses, socios en la preparación de la relación de denuncia, pidiendo al gobierno de Katmandú de evitar “discriminaciones” de “descendencia, género, etnia, religión o credo político” en la distribución de ayudas.
En la relación conjunta de ICJ y el Nepal Bar Association emerge la falta de un plan a largo plazo para las víctimas del sismo, unida a la violación de sus derechos de base. Detrás de los atrasos y errores hay varias razones “de naturaleza política”, que han impedido también la formación de una comisión ad hoc para la gestión del después de la emergencia y la distribución de las ayudas. “Las autoridades nepaleses- afirman los expertos de ICJ- deben tomar medidas especiales, donde sea necesario, para asegurar que hombres o mujeres de grupos marginados y desventajados puedan gozar de iguales derechos en tema de acceso a las ayudas”.
Ayer el Premier, Khadga Prasad Sharma Oli, convocó a los jefes de distrito y a los funcionarios responsables de la gestión del post-terremoto de la capital, Katmandú, pidiendo a ellos que aceleren los trabajos. “Estoy contrariado- afirmó el Premier- por la lentitud en los trabajos de reconstrucción y restauración. Es necesario darse una movida”. Sin embargo, en lo concreto la situación permanece todavía igual que antes, visto que- hasta hoy. La Autoridad para la reconstrucción llamada a dirigir las intervenciones debe aún ser preparada y convertirse en operativa.