El Departamento de instrucción de Negombo promovió un Programa de unidad nacional. Han participado estudiantes de varias religiones, entusiastas de compartir mensajes de paz y armonía. Una muchacha pidió organizar eventos similares, al menos tres veces al mes: sólo de este modo los jóvenes pueden crear verdaderos ligámenes de amistad que superan las diferencias étnicas y religiosas.
Colombo (AsiaNews)- Los estudiantes esrilanqueses de varias escuelas religiosas han participado en un Programa de unidad nacional durante el Triduo de Pascua. Algunos muchachos católicos declararon a AsiaNews: “Programas similares rinden vivas nuestra mente y nuestro espíritu y nos enseña cómo vivir en paz y unidad. Además nos enseñan cómo ser testigos de nuestra fe en Dios en cuanto católicos”.
El Departamento de instrucción de la provincia occidental de Negombo promovió un seminario en la escuela masculina de St. Mary. El programa se desarrolló el jueves de Cuaresma y vio la participación de estudiantes indios, católicos, musulmanes y budistas, provenientes de algunas escuelas de la provincia.
Los jóvenes han presentado relaciones sobre temas como la armonía religiosas, luego danzaron y realizaron representaciones teatrales inspiradas en la unidad.
P. A. Micheal, director de departamento local, explicó: “No podemos afirmar que la nación esté en paz y armonía desde fines de la guerra. Debemos aún hacer mucho en nuestros respectivos campos para construirlas en los grupos étnicos y religiosos. Este es el motivo por el cual el gobierno decidió dar vida a programas como este. Todos tienen la responsabilidad de trabajar para que no se repitan más los crímenes de la guerra”.
Los jóvenes han participado con entusiasmo. Marian Thiyaga, una estudiante de la Duuwa Junior School, sugirió organizar similares encuentros al menos tres veces por mes. “Si nosotros singaleses, tamiles y musulmanes- explicó- nos encontramos con mayor frecuencia, podremos desarrollar ligámenes de amistad también si pertenecemos a grupos étnicos y religiosos diferentes”.
Hablando luego de la visión de la película: “La Pasión de Cristo”, proyectado para la ocasión, la muchacha admite: “No logré mirar el sufrimiento ni las heridas sangrantes en todo el cuerpo de Jesús, mientras Él llevaba esa cruz tan pesada. Hubiese deseado ir allí para ayudarlo. El período de Cuaresma nos recuerda que debemos renovar nuestras vidas a través de la pasión de Cristo”.
Al final, el p. Ranjith Terry explicó cuál debe “ser nuestro compromiso y nuestra misión en cuanto cristianos. Las enseñanzas de base valen para todas las religiones. No podemos decir que sólo nosotros somos hijos de Dios, que Jesús vino al mundo para salvar sólo a nosotros que somos hijos católicos. ¡Todos somos hijos de Dios, Jesús vino a salvar a todos! Y quien quiere salvar su propia vida debe seguir sus enseñanzas. Jesús nos invitó a cambiar al mundo, para vivir todos juntos como hermanos y hermanas. Debemos entender y respetarnos unos a otros. Debemos escuchar el dolor del otro y buscar soluciones a los problemas de las otras personas. Sólo así nos convertimos en hijos de Dios”.