Filipinas, la iglesia condena la violencia en Davao: Actos criminales e inaceptables

Los enfrentamientos entre campesinos y policías en Kidapawan han provocado dos muertos y decenas de heridos graves. El presidente de la Conferencia episcopal dice: “Recemos por las víctimas, para que puedan encontrar paz. Y pedimos a las familias: “no busquen la venganza, sino trabajen para el diálogo”. Los Redentoristas de Manila: “No se puede responder con las armas al hambre del pueblo”.


Manila (AsiaNews)- La muerte de una persona “es siempre un evento trágico, pero lo es más cuando se ataca a los inocentes y a los pobres, amados a los ojos de Dios. Recemos por nuestros campesinos de Kidapawan, para que puedan encontrar paz y pedimos a sus familias: no busquen la venganza, sino trabajen para el diálogo”. Lo dijo el presidente de la Conferencia episcopal filipina, Mons. Sócrates Villegas, después de los violentos enfrentamientos entre agricultores y los policías en la zona de Davao.

La violencia se desencadenó el pasado 1 de abril, después de días de protesta y manifestaciones promovidas por unos seis mil campesinos. Estos, en su mayor parte de etnia Lumad, pedían al gobierno una intervención más decidida contra la sequía provocada por el Niño y acusaban a las autoridades de haber desviado los fondos destinados a la cultivación directa. Como respuesta de parte de las autoridades se enviaron repartos de la policía con divisas antidisturbios: el balance total de la violencia es de dos víctimas fatales y decenas de heridos.

Además de condenar la violencia, mons. Villegas pide a las fuerzas del orden y al ejército “volver al propio mandato, que es el de preservar la paz en nuestra nación pero también es su deber el de proteger a los débiles y servir a la justicia”. Un misionero de Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (Pime), el p. Peter Geremiah, confirma que diversas decenas de campesinos fueron arrestados: él mismo pudo ayer visitarlos en la cárcel.

Durísima la reacción de los Redentoristas de Manila, que en una nota escriben: Estos actos criminales son inaceptables. No se puede aceptar que a quien tiene hambre se les ofrezca sólo una alternativa: dejar de protestar y volver a sus casas. Es indefendible una policía que responde con un homicidio a los pedidos de quien defiende sus propios derechos”.