Corea, elecciones en vilo: los jóvenes mueven la aguja de la balanza.

El partido conservador -en el poder-  debería conquistar la mayoría de las 300 bancas del Parlamento, ayudado a la vez por las divisiones en el campo de la oposición. Pero quienes están por debajo de los 30 años están de todos modos descontentos con la actual situación socio-económica, y de acuerdo a los números, podrían cambiar los resultados (o al menos mandar una fuerte señal) durante el balotaje del 13 de abril.


Seúl (AsiaNews) – Las elecciones parlamentarias que se han desarrollado durante  el fin de semana tendrán solamente un resultado definitivo una vez hecho el balotaje del 13 de abril. Ante un panorama político bastante variado, de hecho, los candidatos a las 300 bancas de la Asamblea Nacional  no han llegado, prácticamente en ningún caso,  a alcanzar la mayoría absoluta necesaria para la elección en la primera llamada. Los miembros del SAENURI –partido conservador en el poder- mantendrían, igualmente, el control del Parlamento.

Pero diversos sondeos señalan dos factores importantes: el primero es la división reinante en el campo de la oposición, entre liberales y demócratas, que ha ayudado a los rivales; el segundo, es el “factor jóvenes”, caracterizados por “tres No”. La referencia es a una fórmula acuñada algunos días atrás por un sociólogo coreano: significa no  trabajo, no casa, no matrimonio.

La crisis económica global del 2008 afectó también a Corea del Sur, cuarta economía asiática en términos de expansión, que decidió proteger el sistema constituido, sin pensar en reformas estructurales orientadas al mercado laboral. La tasa de desocupación de los menores de 30 años es del 12,5%, contra el 4,9% como promedio a nivel nacional.

La consideración general entre los jóvenes es que la culpa es justamente del SAENURI, que, en efecto,  apunta a un electorado de una edad mayor, y que no ha emprendido políticas orientadas a mejorar la situación de los jóvenes. Un sondeo de Gallup Corea muestra que sólo el 17% de los menores de 30 dará o ha dado su voto a los conservadores.

Lee Chung-hee, profesor de Política en la Hankuk University of Foreign Studies, explica que la frustración juvenil refleja un enorme cambio socio-económico: “Los surcoreanos siempre han pensado que no importa cuán fea sea la situación: trabajan con empeño porque están convencidos de que así  podrán salir adelante. Pero hoy los jóvenes han entendido que incluso dar todo por el trabajo ya no basta”.