El Cairo y Riad: inversiones y acuerdos territoriales en un frente común contra Irán
de Pierre Balanian

El rey saudita llevó a cabo una “histórica” visita de cinco días a Egipto, donde firmó nuevos acuerdos comerciales y auguró un futuro de paz a las naciones sunitas. Los Hermanos Musulmanes, descontentos: “Somos usados para lograr objetivos políticos, y luego somos abandonados”. Entre los proyectos conjuntos, un “puente” sobre el Mar Rojo.


El Cairo (AsiaNews) – Se concluyó  la visita oficial de cinco días -definida como “histórica”- del soberano saudita Salman Ben Abdel Aziz a Egipto. Entre los múltiples acuerdos bilaterales firmados en el curso de esta visita, valuados en 16 millardos de dólares, ha de ser subrayado el firmado por el heredero del trono de Mohammed Ben Salman con el primer ministro egipcio Sharif Ismail, en el cual fueron finalmente definidos los confines marítimos entre los dos países sunitas árabes más influyentes de la región.  

Luego de diatribas y disensos que se prolongaron por decenios, Egipto cedió al reino saudita la soberanía de dos islas situadas en el Mar Rojo: Sanafir y Tirán, ocupadas en el pasado por Israel y luego reconquistadas por Egipto.

Por otro lado, se ha tomado conocimiento, a través de fuentes cercanas al gobierno egipcio, de que Arabia Saudita ha insistido en ocupar un rol mediador entre Egipto y Turquía, con la cual las relaciones han quedado tensas desde que Mohamed el Morsi fuera defenestrado en julio de 2013. El ex presidente egipcio fue, de hecho, apoyado por Erdogan -gran sostenedor de los “Hermanos Musulmanes”  egipcios-  por una parte, y por Qatar.

Muchos analistas consideran que el verdadero motivo de la visita del soberano saudita –primero al Cairo, y luego a Ankara-  apunta justamente, en el contexto de la lucha contra Irán, a un reacercamiento entre los que son considerados los dos países sunitas con ejércitos potentes e instituciones más consolidadas.

Según un miembro de los Hermanos Musulmanes residente en Turquía, “a nadie le importamos: hemos sido usados, en los últimos años, sólo para lograr algunos fines políticos y estratégicos, tanto por parte de Ankara como por parte de Riad”.

Para garantizarse la alianza egipcia, Riad ha dado prueba de una generosidad sin precedentes desde que subiera al trono el nuevo soberano. Fueron firmados acuerdos comerciales e inversiones sauditas en Egipto por un valor de 16 millardos de dólares. La elección de la península de Sinaí como lugar donde serán puestas en práctica dichas inversiones plantea muchos cuestionamientos,  sobre todo en relación a la construcción de una súper autopista en la parte septentrional del Sinaí, teatro de enfrentamientos entre la facción egipcia de ISIS, también conocida como la “Wilaya del Sinaí”.

Muchas inversiones sauditas serán luego emprendidas en la parte meridional del Sinaí, siendo esta una clara demostración de que se ha vuelto a llevar la seguridad a esta atormentada zona del país.

Por último, la construcción de un puente elevado sobre el Mar Rojo, que conecta Arabia Saudita con Egipto, y como consecuencia, a Asia con el continente africano, el cual enseguida fue llamado por el presidente egipcio Sissi como el “Puente de Salman Ben Abdel Aziz”, garantizaría una mayor flujo al comercio terrestre entre los dos países y, a través de ellos, a los países limítrofes.