Año nuevo ceilandés, los católicos celebran la fiesta de la Virgen de Madhu
de Melani Manel Perera

Aprovechando los tres días festivos a nivel nacional, miles de fieles se dirigieron al santuario mariano, uno de los más famosos del país. Familias enteras con hijos han rezado por sus seres queridos y han agradecido por las sanaciones ocurridas: “Usar tres días de vacaciones para venir aquí es algo que realmente vale la pena”.


Madhu (AsiaNews) –Aprovechando los tres días feriados a nivel nacional en Sri Lanka , por el Año Nuevo tamil y cingalés (Ceylán), miles de católicos fueron en peregrinación al santuario mariano de Madhu, uno de los más famosos y frecuentados del país, situado en la diócesis de Mannar (provincia nororiental). La fiesta se prolongó del 13 al 15 de abril, que, enganchándose con el fin de semana generó cinco días consecutivos lejos del trabajo. “Realmente vale la pena pasar tres días de nuestras vacaciones con Madre María –cuentan algunos fieles llegados de Wellawatta –. El ambiente que rodea al santuario es tranquilo y silencioso, y no bullicioso como en los días de fiesta religiosa. Podemos transcurrir todo el tiempo que queramos dentro de la iglesia y así descansar tanto espiritual como físicamente”.

Grupos de familias enteros han partido de cada provincia del país para llegar al famoso santuario. Hasta los niños están contentos de hacer la peregrinación: “Me gusta mucho hacerla –cuenta Saarangini Fernando, una niña de la diócesis de Chilaw – porque siempre me encuentro con nuevos amigos. Hasta ahora, en todas mis visitas a María de Madhu, desde el 2010, he hallado 10 buenos amigos”.

Muchos han venido para agradecer a la Virgen por la curación de algunos seres queridos y para rezar por la salud de los enfermos. Newton Silva,  de 59 años y padre de tres hijos, de la diócesis de Kurunegaka, afirma: “He querido venir aquí, a Madhu, con toda mi familia y recitar 15 decenas del Rosario a María, y ofrecer mis agradecimientos de corazón por la curación de un cáncer mío,  muy peligroso”. “Mi marido no está nunca en casa, porque es un hombre de negocios –cuenta la esposa, una mujer tamil-  de modo que, cada vez que podemos, aprovechamos la ocasión para venir aquí a rezar juntos el Rosario. Nos dona paz interior y alegría”.

Rupa Fernando, una mujer de 50 años oriunda de Nainamadama, atribuye a la Virgen su curación de una cáncer de cerebro luego de un año y medio de tratamiento: “Era mi sueño poder venir al Santuario de Madhu con mi familia, rezar el Rosario y decir las letanías a la Virgen. Estoy muy contenta de haberlo hecho”.

Construida hace 400 años,  desde 1990 el Santuario de Madhu ha recibido a miles de personas, y la zona se ha convertido  en un verdadero campo de refugiados tamiles en el norte de Sri Lanka. Golpeada por los bombardeos de la guerra civil, la imagen de la Virgen pudo volver a colocarse recién en el 2010, , y una gran multitud (no sólo de católicos) participó, aquél 15 de agosto, en la tradicional fiesta. Cada año, en esa fecha, casi 600.000 personas de todo el país llevan a cabo una peregrinación.