Obama en Riad para reanudar con los sauditas relaciones y para relanzar la lucha al Estado islámico

El presidente de EEUU llegó ayer a Arabia saudita. El Rey Salman no lo recibe en el aeropuerto, sino que los espera en el Palacio. A continuación tuvieron un largo coloquio. Hoy el encuentro con los líderes de los países del Golfo. En la agenda terrorismo e Irán. Un dossier del Congreso sobre el rol saudita el 11 de septiembre, arriesga alterar aún más las relaciones.


Riad (AsiaNews/Agencias)- El presidente estadounidense Barack Obama se encontró hoy con los líderes del Golfo- Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Omán y Barhrein- para discutir sobre la seguridad en la región, lucha al Estado islámico (EI) y al-Qaeda. El inquilino de la Casa Blanca, en sus últimos meses de mandato está comprometido en volver a estabilizar con los gobiernos de la región las relaciones que no han demostrado ningún placer por el acuerdo sobre el acuerdo sobre lo nuclear iraní que de hecho, relanzó a Teherán como actor primario en la región y en la comunidad internacional.

La delegación de EEUU que acompañó a Obama- el cual ayer, llegando, tuvo un largo coloquio privado con el rey Salman- y de primerísimo nivel: con el presidente están el jefe de Defensa, Ash Carter, el secretario de Estado John Kerry, el responsable para la Seguridad nacional, Susan Rice y el director de la Cia, John Brennan.

En el programa de hoy están previstas diversas sesiones: la primera apunta a la estabilidad del área; la segunda sobre los esfuerzos que hay que cumplir en clave anti-terrorismo; la tercera, al final, está dedicada a Irán, que Riad y las otras naciones árabes consideran una fuerza “rival” y “desestabilizadora” en la región. En realidad para muchos analistas y expertos es la actitud ambigua de muchos gobiernos árabes (p.ej. Qatar y los mismos sauditas) en favorecer el crecimiento de los movimientos yihadistas y del terrorismo de matriz islámica.

Junto a la lucha sobre el campo contra el EI, la delegación americana insiste sobre la importancia de la reconstrucción de las ciudades reconquistadas a los yihadistas. Por esto Washington, por boca de su secretario en la Defensa, Carter, pidió una mayor participación (política y financiera) por parte de los gobiernos del Golfo. Irak, explicó el alto funcionario de EEUU, vive un período de grave crisis económica y está bajo presión constante por los movimientos extremistas, por esto necesita de todo el apoyo del mundo árabe. Además, una presencia activa de las naciones árabes serviría a contrastar la influencia iraní a través de las milicias chiíes en Líbano, en Yemen y en el mismo Irak.

Los líderes regionales no han perdonado a Obama el rechazo en enfrentar los problemas locales (la Casa Blanca mantuvo por mucho tiempo una actitud ambigua sobre los dossier de Medio oriente, prefiriendo concentrar la atención sobre otras áreas entre las cuales Asia-Pacífico) y el acuerdo nuclear con Teherán. Y la guerra en Siria no contribuyó en aclarar las relaciones.

Lo confirma el enfriamiento de las relaciones entre los dos gobiernos un tiempo eran aliados de hierro, el hecho que ayer a su llegada al aeropuerto internacional King Khalid, en Riad, Obama no fue recibido por el rey Salman, sino por el príncipe Faisal bin Bandar Al Saud, gobernador de la ciudad. Un elemento de no poca importancia, si se considera que en las mismas horas las TV nacionales mostraban el caluroso personal saludo del monarca a los otros líderes regionales, aterrizados en la base aérea.

Un experto árabe de Medio oriente, habla de “elección atípica” que quiere enviar “una clara señal” a la Administración de EEUU, que ya no gozaría de la confianza de los sauditas, en espera de las elecciones para la Casa Blanca programadas para fin de año.

Un dossier de 28 páginas del Congreso relacionado con los ataques del 11 de septiembre, no hicieron más que agravar las relaciones entre EEUU y Arabia Saudita, y que la Administración americana podría quitar el secreto dentro de poco. En su interior podrían ser las pruebas de un ligamen entre Riad y los terroristas, acusación que el gobierno saudita siempre rechazó con indignación. Mientras tanto, los diputados están discutiendo la aprobación de una ley que permitiría a las familias americanas citar en juicio a gobiernos extranjeros implicados en actos de terrorismo, entre las cuales la misma Arabia Saudita.

Hay que decir que el gobierno de EEUU y Obama en persona se decalraron contrarios a la norma (el Justice Against Sponsors of Terrorism Act) y el por qué lo explica el mismo presidente: “Si diésemos esta posibilidad- subraya- también los EEUU podrían ser citados a juicio en otros países”.