Según el mayor general de los EEUU, Peter Gersten, en los ataques fueron destruidos entre quinientos y ochocientos millones en efectivo. Al máximo las defecciones (hasta un 90%) y en baja nuevas llegadas, sobre todo entre los combatientes extranjeros. En una habitación en Mosul estaban guardados ciento cincuenta millones de dólares.
Bagdad (AsiaNews/Agencias)- Los ataques aéreos contra el Estado islámico han llevado a la destrucción de al menos unos ocho cientos millones de dólares de dinero en efectivo, conservados al interior de objetivos sensibles atacados por los cazas de la coalición. Es lo que afirma el mayor general, Peter Gersten, alto oficial del ejército estadounidense destacado en Bagdad, según el cual los aéreos americanos han atacado en varias oportunidades los galpones donde estaban guardados parte de los fondos del grupo yihadista.
El ataque a las casas de Daesh (acrónimo árabe del Estado islámico, EI) comportó también un máximo (hasta el 90%) de defecciones y una baja de nuevas llegadas, en particular de parte de combatientes extranjeros.
En 2014, el ministerio de EEUU del Tesoro había juzgado al EI como “el grupo con el mejor sistema de financiaciones” de la historia. Sin embargo en las últimas semanas investigaciones de analistas independientes revelaron un “balance en rojo” para el movimiento yihadista, que debió alzar los impuestos y crear nuevas tasa fuertes para tapar los agujeros en sus finanzas.
El mayor general Gersten, vice comandante en el terreno para las operaciones militares y de inteligencia, refiere que al menos veinte ataques han tomado de mira los depósitos de dinero. Sin embargo, el militar no aclara como Washington haya llegado a conocimiento del volumen que se destruyó.
Él refiere sobre un ataque a una habitación de Mosul, bastión yihadista en el norte de Irak, en el cual fueron destruidos unos ciento cincuenta millones de dólares. Las fuentes de inteligencia americana habían dado indicaciones precisas referidas a la habitación del departamento en el cual estaba guardado el dinero.
Por el momento no se conoce el volumen total de dinero a disposición de Daesh; según algunas estimaciones, el balance llegaría a dos mil millones de dólares, con un surplus de doscientos millones en el año pasado. En los últimos meses el movimiento fundamentalista islámico sunita sufrió varias pérdidas de territorio y sus pozos de petróleo fueron objeto de enormes bombardeos.
La crisis está confirmada por una nota del pasado enero, según la cual los vértices del grupo yihadista habría disminuido el salario de los milicianos a la mitad “a causa de circunstancias excepcionales, que tiene que enfrentar el Estado islámico”.
En baja también el número de guerrilleros que se unen a Daesh para la jihad: si en el pasado el dato oscilaba entre mil quinientos y dos mil por mes, hoy está alrededor de los doscientos. Fuentes de la Casa Blanca agregan que en febrero el número de los milicianos extranjeros era de veinticinco mil, en baja respecto a los treinta y un mil del año pasado.