Obama “dispuesto a visitar” Hiroshima, aunque sin disculparse por las bombas atómicas

Diversas fuentes del gobierno americano y nipón confirman que el presidente americano tiene la intención de visitar la ciudad, devastada por los artefactos estadounidenses en el año 1945. Shinzo Abe acompañará al líder de los EEUU en esa escala del viaje, e hizo saber que “no considera fundamental” hablar de las víctimas del holocausto nuclear.


Tokio (AsiaNews) – El presidente americano Barack Obama está “dispuesto y tiene la intención” de visitar Hiroshima durante su viaje oficial, que está previsto para fines de mayo. Lo hicieron saber fuentes del gobierno americano y nipón: la idea está en el aire desde hace tiempo, y ahora falta tan sólo la confirmación oficial de Washington. Obama, Premio Nobel por la Paz, sería el primer presidente americano en visitar el área devastada por las bombas atómicas, arrojadas por su gobierno en 1945.

Yoshihid Suga, Secretario de Gabinete del Ejecutivo japonés, explica que el premier Shinzo Abe “está dispuesto a acompañar al huésped durante esta visita, que tendría un enorme valor simbólico, visto que abunda el compromiso por un mundo sin armas nucleares”. El tour debería darse al margen de la reunión del G7, prevista en la prefectura de Mie, el 26 y el 27 de mayo.

Aún permanece la incógnita política. En los Estados Unidos se está en plena campaña electoral para elegir al sucesor de Obama, que será electo en noviembre próximo, y muchísimos americanos están convencidos de que las bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron un “mal necesario”, fundamental para dar fin a la Segunda Guerra Mundial.

Una fuente del Gabinete concluye: “Sabemos que el tema es extremadamente delicado. Esa es la razón por la cual nuestro gobierno ya hizo saber al líder americano que no considera fundamental obtener sus excusas por las víctimas de las bombas durante su visita a Hiroshima”.

El ataque nuclear contra Hiroshima ocurrió el 6 de agosto de 1945. El 9 de agosto del mismo año, éste fue seguido por el bombardeo a Nagasaki. En los instantes que sucedieron a la explosión murieron cerca de 140.000 personas, y resulta imposible calcular la cantidad de víctimas provocadas en un segundo momento, a causa de la radiación. Según los Aliados, fueron justamente estas dos devastaciones las que aceleraron el fin de la Segunda Guerra Mundial, puesto que Japón había quedado como el único país del Eje en seguir combatiendo. El 2 de septiembre de 1945 Tokio firmó su rendición incondicional.