Papa: los misioneros, “héroes" dispuestos a "quemar la vida" por la evangelización

“Quisiera decirles a los muchachos y a las muchachas de hoy, que sé que no se sienten cómodos - ‘la verdad que no soy tan feliz con esta cultura del consumismo, del narcisismo…’: ‘¡Miren el horizonte! ¡Miren más allá, miren a estos misioneros nuestros! Rezar al Espíritu Santo para que los impulse a ir lejos, a ‘quemar’ la vida.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Los misioneros, “héroes de la evangelización de nuestros tiempos” son “dóciles” al Espíritu Santo, dispuestos  “a ‘quemar’ la vida por las causas nobles”.  Lo dijo el Papa en la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, tomando como punto de partida el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra la despedida de Pablo de la comunidad de Mileto, para dirigirse a Jerusalén, conducido por el Espíritu, al cual el apóstol reconoce la señoría absoluta en su vida, que siempre lo ha empujado al anuncio del Evangelio afrontando problemas y penas.

“Creo – observó el Papa – que este pasaje evoca la vida de nuestros misioneros” de todos los tiempos  «¡Iban como encadenados por el Espíritu Santo: una vocación! Y cuando, en esos lugares, vamos a los cementerios y vemos sus lápidas: tantos de ellos murieron jóvenes, con menos de 40 años. Porque no estaban preparados a soportar las enfermedades del lugar. Dieron su vida siendo jóvenes: ‘quemaron’ su vida. Pienso que, en ese último instante, lejos de su patria, de su familia, de sus seres queridos, ellos dijeron: ‘¡Valía la pena, lo que hice!’»”.

“El misionero va sin saber lo que le espera”, repitió, recordando la despedida de San Francisco Javier narrada por José María Pemán, escritor y poeta español del  ‘900. Una página que evoca la de San Pablo: “«Sólo sé –dijo el apóstol en su discurso de despedida- que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan».  “El misionero sabe que la vida no será fácil, pero sigue adelante”, comenta Francisco, que se conmueve al pensar en los apóstoles de hoy. “Nuestros misioneros, estos héroes de nuestros tiempos. Europa, que llenó de misioneros otros continentes… Se iban sin volver… Me parece justo que demos gracias al Señor por el testimonio que dieron, son verdaderos testigos. Pienso en cómo fue el último momento de ellos: ¿cómo habrá sido su despedida? Como Javier: ‘¡Lo dejé todo, pero valía la pena!’ Se fueron de forma anónima. Mártires, ofreciendo su vida por el Evangelio. ¡Estos misioneros son nuestra gloria! ¡La gloria de nuestra Iglesia!”.

Una cualidad de los misioneros, es, por lo tanto, la “docilidad”, dijo Francisco, que concluyó con una oración: que en lugar de la “insatisfacción” que cautiva a “nuestros jóvenes de hoy”, la voz del Espíritu “los obligue a ir más allá, a  ‘quemar’ la vida por las causa noble”. “Quisiera decirles a los muchachos y a las muchachas de hoy, que sé que no se sienten cómodos, que no son tan felices con la cultura del consumismo, del narcisismo… ¡Miren el horizonte! ¡Miren más allá, miren a estos misioneros nuestros! Recen al Espíritu Santo para que los impulse a ir lejos a ‘quemar’ su vida. Es una palabra algo dura, pero la vida vale la pena vivirla. Y, para vivirla bien, ‘quemarla’ en el servicio, en el anuncio, e ir adelante. Ésta es la alegría del anuncio del Evangelio”.