Patriarca de Bagdad: cristianos y musulmanes, en oración por la paz, finalizando Mayo y en la vigilia del Ramadán
de Joseph Mahmoud

El 30 de mayo, la Iglesia de la Reina del Rosario en Bagdad, hospedará una oración inter-religiosa contra la violencia y el terrorismo. Quien lanzó la iniciativa fue el patriarca caldeo: no las alternativas militares, sino la oración, contra los conflictos que azotan a “la población inocente”. Una invitación dirigida también a los musulmanes, para reflexionar a fin deformar una nueva mentalidad, una nueva cultura.


Bagdad (AsiaNews) – Es la oración y no las opciones militares, lo que puede “resolver los conflictos”, en los cuales quien paga el precio más alto “es siempre la población inocente”. U en a oración sincera, desde el corazón, es lo único que enciende una “revolución interior” y que “garantiza la paz”. Así lanza el patriarca caldeo Mar Louis Raphael Sako la oración por la paz en Irak y en todo Medio Oriente, que se celebrará el próximo 30 de mayo en Bagdad. El prelado informa que el texto de la oración fue “estudiado por largo tiempo”, para ser “de ayuda y consolación para todos”, tanto para cristianos como para musulmanes. La fecha, en cambio, coincide con las ceremonias “por la conclusión del mes mariano, así como con la cercanía del sagrado mes de ayuno” para los musulmanes, el Ramadán.

A través de una nota oficial publicada en el sitio del patriarcado, la Iglesia caldea invita a cristianos, musulmanes, sabeos y yazidíes  a rezar juntos por la paz en Irak, atormentado por más de un decenio de guerra y violencia de índole sectaria y confesional. El evento está programado para la tarde del lunes 30 de mayo, en la iglesia dedicada a la Reina del Rosario en Bagdad. La ceremonia inter-religiosa, que marca el cierre del mes mariano, prevé oraciones y la lectura de salmos; a continuación, el canto de himnos sagrados.  

Quienes habrán de guiar la oración inter-confesional serán el patriarca caldeo Mar Louis Raphael Sako, junto a un jefe religioso sunita y uno chií, para fortalecer el carácter inter-religioso y de paz de la cita. Junto a  líderes y fieles de todas las confesiones habrá también una representación de diplomáticos.

No está prevista, en cambio, la presencia de políticos y personalidades del gobierno, porque, como explica el patriarca caldeo, “siempre están acompañados de guardias y soldados”. Su participación desnaturalizaría, de ese modo, el carácter de paz y armonía que los organizadores queremos asegurar a esta celebración, porque ese día, la única y gran esperanza de Mar Sako es la de “respirar una atmósfera de paz, de oración, de recogimiento”.

Al presentar la iniciativa, el jefe de la Iglesia caldea habla de un intento por moverse en dirección “a la paz para nuestro atormentado país”. “Para ser sincero, - explica a  Baghdadhope -  no he encontrado nada que proponer, excepto la oración” para contraponerse a la “cultura del sectarismo”, que se ha difundido en el país luego de la caída del régimen de Saddam Hussein. La tarea de los cristianos, además de ser el “deber de todos” es no ceder a ella, ni caer en la trampa”. Por el contrario, se necesita “formar cristianos, y también a quien aguarda un testimonio diverso”.

“Una oración en la iglesia –con mujeres y hombres que escuchen con atención los textos de nuestros himnos y de nuestros salmos –concluye Mar Sako- también ayudará a los musulmanes a reflexionar. Necesitamos una nueva mentalidad,  una nueva cultura, y nuestros hermanos musulmanes deben actualizar su pensamiento, porque el bien y la paz que invocamos, con para todos”.  

 

A continuación, el texto de la “Oración por la paz en Irak, en Siria y en la región”:

“Señor, ya hemos tenido suficientes guerras, conflictos y destrucción, que nos han  horrorizado, que nos han hecho parecer horribles y que han destruido nuestro mundo.

Matar no es sino un  desviarse de Tu plan divino para que el hombre goce de una vida feliz.

Te rogamos, Señor, iluminar a nuestros líderes políticos, renovar sus corazones de modo que puedan superar sus disputas e intereses propios, y que puedan sostener la bondad y el amor, y ser instrumentos de paz, que tanto necesitamos hoy más que cualquier otra cosa, especialmente en Irak, en Siria y en la región. Queremos vivir como hermanos y hermanas una vida feliz y alegre, donde no haya injusticia ni guerra, muertos ni heridos, evacuados ni migrantes, sin techo ni hambrientos.

Madre María, inunda nuestros corazones de paz y amor”.