En la provincia noroccidental viven unos nueve millones de musulmanes de etnia uigur, desde hace tiempo en la mira de las autoridades, que usan la lucha contra el terrorismo como excusa para limitar sus actividades. Los miembros del Partido, los funcionarios públicos, los estudiantes y los menores de edad “no deben abstenerse de comer, y no pueden entrar a la mezquita” durante el mes sagrado, que fue iniciado ayer en todo el mundo islámico.
Urumchi (AsiaNews)- El gobierno chino limitó la práctica del ayuno ritual del Ramadán para los musulmanes uigures de Xinjiang. Los funcionarios públicos, los miembros del Partido comunista local, los estudiantes y los niños de la provincia noroccidental “no deberán ayunar y no deberán participar en ninguna actividad religiosa”. La decisión fue publicada en diversos sitios de internet del gobierno de la zona, una de las más turbulentas del país.
En Xinjiang viven, de hecho, unos nueve millones de musulmanes de etnia uigur, turcófona, que mal soportan la dominación comunista y la invasión de los chinos de etnia han, enviados por el gobierno para que los uigures sean minoría. No obstante haya siempre desmentido su injerencia religiosa, Beijing impuso muchísimos límites a la práctica religiosa en el área, con la excusa de la lucha contra el terrorismo islámico.
Ahmatjian Thoti, funcionario del distrito municipal de Tiekeqi, aclaró, en un encuentro público, que los miembros del gobierno local “deberían detener con fuerza a los estudiantes, a los miembros de las administraciones y a los menores de edad que quieran entrar en la mezquita” durante el mes santo. Éste se inició ayer en todo el mundo musulmán y es uno de los “cinco pilares” del islam, que involucra de diversa manera a unos 1,6 millardos de personas en todo el mundo.
En la mira del Ejecutivo local se encuentran también los restaurantes y las tiendas que venden alimentos, que, en las zonas de mayoría islámica, se cierran durante las horas del ayuno. En el sitio de internet del gobierno del condado autónomo de Qappal se lee efectivamente que éstos “deben permanecer abiertos, de modo que la gran mayoría de la población pueda tener un normal acceso a los lugares donde tomar un refrigerio”.