Las armas de la CIA y Riad, destinadas a los rebeldes anti-Assad, terminaron en el mercado negro de Jordania

Un programa secreto (millonario) de la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos y de los sauditas tenía la intención de abastecer de armas y proporcionar entrenamiento a las facciones en guerra contra Damasco. Funcionarios Jordanos corruptos robaron los cargamentos. Las armas que se venden en el mercado negro, parte de las cuales estarían en manos de los yihadistas. En una ocasión éstas fueron utilizadas para matar a ciudadanos estadounidenses en Ammán.
 


Ammán (AsiaNews) - La CIA (Agencia Central de Inteligencia, agencia federal de Estados Unidos) ha llevado armas a Oriente Medio, que posteriormente fueron utilizadas, al menos en una ocasión, para matar a los mismos ciudadanos americanos en enfrentamientos a fuego cruzado. Miembros de la agencia de los EEUU, en colaboración con Arabia Saudita, desviaron municiones y armamento a Jordania, que inicialmente iban destinadas a los rebeldes sirios en guerra contra el presidente Bashar al Assad. Sin embargo, éstos fueron robados por funcionarios corruptos de inteligencia en Amán y vendidos a traficantes de armas en el mercado negro.

El robo, estimado en un valor de millones de dólares, fue revelado por una investigación conjunta del New York Times y Al Jazeera, en la cual fueron entrevistados - con la grantía de que permnecerían tras el anonimato –  responsables de los gobiernos estadounidense y jordano. Y según los expertos, se trata del primer ejemplo confirmado que demuestra cúan equivocada ha sido la política de armar y entrenar a grupos rebeldes anti-Assad.

Hasta la fecha no hay información fehaciente sobre el destino cierto de las armas robadas, entre las cuales figuran Kalashnikov, rifles de asalto, morteros, cohetes y granadas; hay muchos grupos "rebeldes" interesados ​​en su compra y no está excluido que puedan haber terminado en manos de los movimientos yihadistas.

A esto debe sumarse el apoyo total al tráfico de armas por parte de bandas criminales locales y de tribus ​​jordanas, interesadas en alimentar el mercado negro, revendiendo el armamento a través de las fronteras de los países  que son teatro de conflictos, como es el caso de Siria e Irak.

Apoyando dicho programa de venta de armamento a los rebeldes sirios que luchan contra Assad - hasta ahora, mantenido en secreto – han estado la CIA y Arabia Saudita, que además de invertir dinero, también ofrecen - y en particular, la agencia de inteligencia de Estados Unidos - entrenamiento para el uso de dichas armas. En Washington, más de una "garganta profunda" confirma que miles de los llamados "rebeldes" han sido entrenados y que, gracias al suministro de armas, han sido capaces de lograr "significativos" progresos en la guerra contra Damasco.

Un avance que luego fue interrumpido debido al ingreso de Rusia en el conflicto, el cual no sólo ha contribuido a golpear a los grupos jihadistas (Estado islámico y el Frente al-Nusra), sino también a bloquear el frente anti-Assad.

La CIA y las naciones árabes han elegido a Jordania como base logística para la entrega de armas por su ubicación geográfica y por la cooperación de los servicios de seguridad en Amán. En las últimas horas, funcionarios jordanos y estadounidenses están analizando la cuestión con la más absoluta reserva, puesto que el programa es considerado altamente secreto en los Estados Unidos, y está amparado como secreto de gobierno en Jordania.

Además, el mismo no tiene ninguna conexión alguna con el programa de capacitación iniciado por el Pentágono en el pasado reciente, que está orientado a capacitar a los rebeldes en la lucha contra el Estado islámico y contra otros grupos yihadistas. Para la CIA, sin embargo, el objetivo era asestar un golpe a la permanencia de Assad y del gobierno de Damasco; hasta ahora no ha llegado a saberse siquiera cuál ha sido el monto de dinero invertido por Washington y Riad para financiar el programa secreto.

Sin embargo, estas mismas armas fueron utilizadas en enfrentamientos armados en los que han muerto ciudadanos con pasaporte americano. Uno de estos episodios se remonta al pasado mes de noviembre, cuando parte de las armas robadas fueron utilizadas en un tiroteo en el cual murieron dos ciudadanos norteamericanos y tres funcionarios jordanos. El hecho ocurrió en un centro de entrenamiento de reclutas situado en las afueras de Ammán: de acuerdo a lo reportado por el New York Times y Al Jazeera, un oficial de policía jordano abrió fuego contra dos contratistas del gobierno de Estados Unidos -asesinándolos- y contra un experto sudafricano y dos jordanos.

En el tiroteo también murió el oficial jordano atacante.

Dicho centro surgió al día siguiente de la invasión estadounidense en Irak, en 2003, para contribuir a la reconstrucción del país y adiestrar a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.

Las armas llegadas a Jordania y usadas en el tiroteo estaban originalmente destinadas a programas de entrenamiento de los rebeldes sirios. El robo – que la CIA se ha negado a comentar- ha generado una avalancha de armas en el mercado negro y ha enriquecido a varios funcionarios jordanos corruptos, que han utilizado el producto de la venta de armas para comprar teléfonos, vehículos todo-terreno y bienes de lujo. Husam Abdallat, un alto funcionario del gobierno de Ammán, confirma que dentro de la inteligencia jordana hay "algunos" funcionarios corruptos. Sin embargo, añade que "la mayoría" de ellos alimenta una actitud "patriótica", lo cual es fuente de "orgullo" por el servicio brindado al pueblo jordano.