El Rapid Action Battalion de la policía nacional concluyó, después de doce horas, la incursión en el local donde hombres armados mantenían rehenes a varios extranjeros. Aún se desconoce la nacionalidad de los sobrevivientes y de las víctimas. La Premier Hasina: “Esto no es islam”. Altísima tensión en la capital.
Dacca (AsiaNews)- Tras un operativo que duró doce horas y que puso de rodillas a Dacca, concluyó el asalto de las fuerzas especiales de Bangladesh para liberar a los rehenes atrapados en el Holey Artisan Bakery. El local está ubicado en el distrito de Gulsahan, y era famoso entre los extranjeros que trabajan en las embajadas en Bangladesh. En el ataque habrían muerto ocho personas: seis terroristas y dos policías. Habrían sido decenas las víctimas, y -al parecer- habrían quedado libres todos los rehenes.
El atentado terrorista se inició anoche, cerca de la nueve. Un comando armado de ocho o nueve personas, que gritaban “Alá es grande”, entró en el local y comenzó a disparar, para luego tomar a decenas de personas como rehenes . Entre éstos, no obstante no ha sido aún confirmado- habría también italianos y japoneses. Un policía, que pide mantenerse en el anonimato, sostiene que vio cadáveres de “algunos extranjeros”. El Estado islámico se habría atribuido el ataque, hablando de “veinticuatro infieles asesinados y cuarenta heridos”, pero la policía nacional no ha querido siquiera comentar estas declaraciones.
La premier Sheik Hasina intervino en la televisión nacional para confirmar la liberación de trece rehenes y la muerte de seis terroristas. Un séptimo habría sido capturado vivo. Hablando en vivo y en directo la Premier dijo: “Se trata de un acto cobarde. ¿Qué tipo de musulmanes serían estas personas? No tienen ninguna religión. Mi gobierno tiene la determinación de erradicar el terrorismo de Bangladesh”.
El asalto sucedió durante el último viernes del Ramadán, mes sagrado de purificación para la religión islámica. En Bangladesh, desde hace tiempo parece estar en curso una campaña contra los no musulmanes en el país, que representan una pequeña minoría. La violencia de los últimos meses ha afectado a personas comunes, cristianos, musulmanes, hindúes y a la esposa del superintendente de policía de Chittagong..