Desde el año pasado, el Ejecutivo emprendió una campaña contra los cristianos, pidiéndoles poner en práctica las “cinco transformaciones”: se trata de “localizar la religión” (adoptando estilos arquitectónicos chinos para las iglesias); “estandarizar la gestión”; volver “indígena” la teología a través de la contextualización de los sermones; manejar las finanzas de manera transparente; “adaptar” las enseñanzas cristianas a China. En efecto, estas “transformaciones” quieren que el cristianismo se convierta en una institución que refleje los objetivos del Partido comunista.
Wenzhou (AsiaNews) – Las autoridades de la provincia oriental de Zhejiang han pedido a algunas iglesias cristianas del área que “transfieran al gobierno” cada ingreso que reciban, incluyendo las donaciones de los fieles. Se trata, según ChinaAid, del enésimo intento de poner a las congregaciones protestantes bajo su control.
Desde el año pasado que el ejecutivo emprende una campaña contra los cristianos, pidiéndoles que pongan en práctica las “cinco transformaciones”: se trata de “localizar la religión” (adoptando estilos arquitectónicos chinos para las iglesias); “estandarizar la gestión”; volver “indígena” la teología a través de la contextualización de los sermones; manejar las finanzas de manera transparente; “adaptar” las enseñanzas cristianas a China. En efecto, estas “transformaciones” buscan que el cristianismo se convierta en una institución que refleje los objetivos del Partido comunista.
Para poner en práctica estos objetivos, el gobierno local ha solicitado algunos espacios dentro de las iglesias, que serán transformados en oficinas, y a cada lugar de culto ha asignado uno o más “funcionarios de control”. Además, según fuentes que no han podido ser aún verificadas, habría pedido a todas las iglesias que icen la bandera comunista sobre el techo de las iglesias. Cientos de lugares de culto ya no tienen más su cruz sobre el pináculo, puesto que en el marco de la campaña ésta fue removida o demolida.
Una primera aplicación de la norma referida a los fondos se hizo en el condado de Pingyang en Wenzhou, capital provincial. Un cristiano local dice: “Los funcionarios quieren interferir en nuestros asuntos, manejar nuestras donaciones y tener voz en los proyectos de la iglesia. Incluso para poder comprar objetos o adornos para nuestro lugar de culto, debemos obtener su permiso. Y tendremos que pedir permiso para todo lo que supere unos pocos miles de yuanes”