Nuevos fondos para la educación de los niños con discapacidad y los hijos de migrantes

De los 300.000 niños y niñas con discapacidad, la mitad de ellos nunca ha asistido a la escuela. Faltan instalaciones adecuadas, y las familias no pueden pagar escuelas privadas. En Tailandia, los trabajadores migrantes birmanos a menudo no son admitidos en las escuelas del Estado, y son educados en centros de aprendizaje organizados por la sociedad civil.


Yangon (AsiaNews / Agencias) - El nuevo gobierno de Myanmar tiene la intención de invertir fuertemente en la educación, especialmente en el sector informal (el que se lleva a cabo fuera de las clases). Naypyidaw utilizará nuevos fondos para mejorar las condiciones de los niños discapacitados, hasta ahora expulsados ​​de la educación, y los que no pueden pagar las cuotas. Así lo aseguró Khine Mye, portavoz del ministro de Educación, hablando ayer en un foro sobre la educación que tuvo lugar en la capital: "Gracias a la nueva línea del gobierno - dijo - el ministerio se ha involucrado en la educación informal. De aquí en adelante vamos a tener conversaciones con los financiadores".

El portavoz explicó que el ministerio ha gastado más de mil millones de kyats (unos 850 mil dólares) en el período 2015-16 y ahora tiene la intención de crear un departamento que se ocupe de nuevos proyectos educativos. Esto se realizará gracias al portafolio que se pondrá a disposición del ministro, procedentes de los nuevos impuestos decididos por la Liga Nacional para la Democracia (NLD). A partir de abril, el gobierno puso un impuesto del 5% en cada llamada por celular o el uso de datos móviles: de esta manera se recogieron en un solo mes 6 millones de dólares.

Los niños y jóvenes con discapacidad en Myanmar son a menudo desfavorecidos desde el punto de vista de la educación. De acuerdo con datos proporcionados por el UNICEF (actualizado hasta 2012) hay alrededor de 318.000 niños con discapacidad en el país, 250 mil de ellos en edad escolar (hasta los 15 años). La mitad de ellos nunca fue a la escuela, frente a un promedio nacional del 84%. Sólo el 2,2% de ellos completó la universidad (frente a una media del 12%).

La situación no es fácil, incluso para aquellos que logran asistir a clases. Tanto las escuelas como los maestros no están preparados para hacer frente a las necesidades de un niño con discapacidad. Hay muy pocas instalaciones adecuadas, muchos de los cuales dependen de financiadores privados. Según el Ministerio de Educación, en 2010 había 800 niños con discapacidad matriculados en las escuelas públicas, mientras que 1.450 eran los ingresados ​​en instituciones especiales (especialmente niños ciegos o sordos).

Myanmar no es país signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre las personas con discapacidad, según la cual el Estado debe garantizar el acceso de estas personas a una educación de calidad y gratuita.

El gobierno birmano ha iniciado también programas educativos para los hijos de los trabajadores migrantes en Tailandia, que no son reconocidos como ciudadanos y no pueden asistir a las escuelas públicas. Tin Nyunt, experto en educación, afirma que los migrantes suelen asistir a "centros de aprendizaje organizados por la sociedad civil. Antes eran 74 en Mae Sot [en la frontera entre los dos países ndr], pero ahora se han reducido a 64". En los últimos meses, Naypyidaw ha permitido que 100 niños de 10 a 15 años, hijos de trabajadores migrantes, presenten los exámenes de Estado en Myanmar: 17 fueron admitidos a la educación superior.