El líder norcoreano fue incorporado a la lista negra americana y acusado personalmente de “crímenes contra los derechos humanos”. Pyongyang amenaza con cerrar todos los canales diplomáticos. En tanto, Washington y Seúl acordaron la construcción de un sistema de misiles de defensa sobre la frontera entre las dos Coreas.
Pyongyang (AsiaNews/Agencias)- El líder norcoreano Kim Jong-un definió las nuevas sanciones impuestas por los EEUU a Corea del Norte como “una abierta declaración de guerra”. Por primera vez las medidas decididas ayer en Washington involucran en modo directo a Kim, acusado en primera persona de haber abusado de los derechos humanos y de ser responsable de numerosos crímenes. Pyongyang advirtió que cerrará todo canal diplomático con los EEUU si Corea del Norte no es inmediatamente eliminada de la lista negra.
Las sanciones impuestas por Washington son de tipo diplomático y económico. La decisión de incluir al dictador norcoreano en la lista de criminales es fruto de un trabajo de investigaciones que duró años y que fue llevado adelante por el Departamento del Tesoro americano. El Congreso había aprobado una ley “ad hoc” que daba al ministerio la tarea de sancionar a Pyongyang.
Por primera vez los funcionarios estadounidenses han identificado a los responsables de los campos de trabajo forzado (en los cuales están encerrados entre 80.000 y 120.000 prisioneros), de las ejecuciones extra-judiciales, de las torturas, de la violencia y de las persecuciones.
Hoy el gobierno americano y Corea del Sur acordaron la construcción de un sistema de misiles de defensa capaces de contrastar la creciente agresividad de Pyongyang. El Terminal High Altitude Area Defense (THAAD) podrá localizar, a través de radares, los misiles lanzados por Corea del Norte y destruirlos en su vuelo. China se opuso al proyecto, porque teme que dichos radares puedan espiar su territorio.