La Iglesia ortodoxa rusa rechaza oficialmente el Concilio de Creta como pan-ortodoxo
de Nina Achmatova

El Sínodo se ha expresado en contra del estatus pan-ortodoxo, no obstante reconoce que el de Creta es un “evento importante”. El Patriarcado de Antioquía también pone distancia, y aclara que no considera vinculantes los documentos aprobados en dicho Concilio.


Moscú (AsiaNews) – El Concilio celebrado en Creta del 19 al 25 de junio, y que ha contado con la participación de 10 de las 14 Iglesias ortodoxas autocéfalas “ha sido un evento importante en la historia del proceso conciliar de la Iglesia ortodoxa” pero “no puede ser considerado pan-ortodoxo”. Fue lo que explicó el jefe del departamento del Patriarcado de Moscú para la Iglesia, Sociedad y Medios, Vladimir Legoyda, quien asimismo refirió las conclusiones del Sínodo de la Iglesia ortodoxa a ese respecto. En la asamblea de Creta, que fue prepara por más de 50 años, el Patriarcado de Moscú fue el gran ausente, junto a las Iglesias de Georgia, Bulgaria y Antioquía. Según los dichos de Legoyda, por consiguiente, “los documentos aprobados en Creta no pueden ser considerados como expresión de un consenso pan-ortodoxo”. El Sínodo ruso –que acusa que se ha efectuado una violación del principio de ‘conciliaridad’ -  solicita que dichos documentos sean entregados a la Comisión sinodal teológica y bíblica, para que ésta pueda extraer sus conclusiones.

Las cuatro Iglesias que no participaron del Concilio de Creta habían pedido posponer el encuentro para allanar las divergencias y desacuerdos sobre los borradores de los documentos que debían aprobarse. Sin embargo, el Patriarcado de Constantinopla –encargado de la organización del evento- rechazó la solicitud, insistiendo en que la asamblea fuera desarrollada en la fecha establecida. Por ese motivo, Rusia, Bulgaria, Georgia y Antioquía se negaron a enviar a sus representantes.  

El Sínodo de Antioquía también tomó distancia, explicando en un comunicado oficial que consideraba el de Creta como un “encuentro preliminar para el Concilio pan-ortodoxo, con la participación de todas las Iglesias auto-céfalas”, siendo los documentos allí aprobados “provisorios y abiertos a discusiones y enmiendas”.

El Concilio pan-ortodoxo se centró en temas como las relaciones de la Iglesia ortodoxa con el resto del mundo cristiano, el ayuno, el matrimonio, la misión en el mundo moderno, la diáspora ortodoxa y la modalidad de proclamar la auto-cefalia. El centro del descontento lo conforman los documentos referidos al sacramento del matrimonio, a las Iglesias ortodoxas y el mundo contemporáneo, así como a la relación con las otras confesiones cristianas. Sus detractores critican la posición “ecuménica” (aperturista) contenida en los textos, e insisten en que católicos y protestantes sean definidos como heréticos, y no como “Iglesias”.